Diputados

Alberto eligió a un hombre de Rossi para manejar el bloque y marcó distancia con el kirchnerismo

Es el santafesino Germán Martínez, diputado desde 2019 y ex asesor de quien fuera ministro de Defensa. Cecilia Moreau no será vicejefa.

Alberto Fernández eligió como sucesor de Máximo Kirchner en la jefatura del bloque de Diputados al santafesino Germán Martínez, cercano al ex ministro de Defensa Agustín Rossi, después de una larga reunión con Sergio Massa en la que se evaluaron varios nombres posibles. 

La elección marca una distancia del presidente con el kirchnerismo, porque si bien Martínez siempre se definió como un militante de ese espacio, Rossi renunció al Ministerio después de una pelea con Cristina Kirchner por el cierre de listas de Santa Fe, donde mantiene un duro enfrentamiento con el gobernador Omar Perotti, el gran derrotado con esta definición. 

Tras la renuncia de Máximo, el kirchnerismo se debate entre romper y diferenciarse para 2023

"No empieza una nueva era: no vengo a caminar sobre los pasos trazados por Máximo. Ni siquiera a reemplazarlo, porque es irremplazable", intentó conciliar Martínez, después de visitar a Alberto en la Rosada para ser confirmado en su cargo.

No empieza una nueva era: no vengo a caminar sobre los pasos trazados por Máximo. Ni siquiera a reemplazarlo, porque es irremplazable.

Pero garantizó "defender la política del gobierno nacional" y el acuerdo con el FMI, que desde el viernes Rossi elogia por twitter y Máximo cuestionó en su carta de renuncia. El texto definitivo recién llegaría en marzo y constituiría el primer gran desafío de Martínez como jefe.  

Conocida su designación, Cecilia Moreau, ligada a Massa, renunció como vicejefa de bloque.  Cerca del presidente de la Cámara negaban cualquier cortocircuito e informaban que el resto de las autoridades se definirán este miércoles con un massista en la mesa chica. El cargo más importante es la secretaría parlamentaria, que ahora ocupa la camporista Paula Penacca, y se ocupa de marcar la asistencia de los diputados cuando hace falta. 

"Espero que Cecilia siga acompañando. Hablaré con ella, es un baluarte del bloque", se sorprendió Martínez, una figura muy conocida en la Cámara de Diputados porque llegó en 2005 como empleado y  asesor de Rossi en la jefatura del bloque, el mismo cargo que ahora ocupará. 

Su tarea no será fácil: entre los 118 diputados que coordinará hay algunos ligados a gobernadores, intendentes, massistas, sindicalistas, movimientos sociales y las más de 20 que responden a Máximo y podrían endurecer sus posturas. Y tiene que conseguir al menos 10 diputados de la oposición para llegar al quórum, una tarea que en estos años le fue muy complicada a su antecesor. Sólo cuenta con un bloque de 5 aliados fijos, que son los partidos provinciales de Río Negro, Neuquén y Misiones.

Martínez siguió desde temprano los rumores en torno a su figura, que aparecieron ni bien Massa ingresó a las 10 de la mañana a la quinta de Olivos. Como explicó LPO, el presidente no tenía definido anoche si quería imponer como jefe de bloque a sus diputados más cercanos: Eduardo Valdes, Victoria Tolosa Paz y Leandro Santoro. Pero sí estaba decidido a que el elegido debía ser de su agrado, además de garantizar la unidad del bloque. Nada fácil.

Su gira por Rusia y China aceleró los tiempos, porque Alberto no quería viajar sin saber quién era el sucesor de Máximo y así se lo hizo saber a Massa cuando lo recibió a las 10 en Olivos. Le confirmó que no pediría el cargo para uno de los suyos, pero tampoco quería dejar el nombre librado al azar. El golpe en los mercados que hubo por la salida de Máximo lo obligaba a sacarse ese problema de encima.  

Descartados los "albertistas puros", de las primeras horas de la charla surgió la necesidad de elegir una figura "del interior", que pueda caer bien en los gobernadores y no tenga pasado antikirchnerista rastreable en las redes sociales. De paso, Alberto quería dejar un mensaje encriptado de que ya no toma las decisiones pensando sólo en Cristina y Máximo. No era sencillo dar con la persona justa. 

En el bloque mencionaban al entrerriano Marcelo Casaretto, cercano al gobernador de Entre Ríos Gustavo Bordet, una figura fuerte por su rol como secretario de la Comisión de Presupuesto. Fue uno de los primeros en apoyar el acuerdo con el FMI el viernes. Habría tenido una conversación matutina con Alberto y hasta recibió el beneplácito de Massa y Máximo para que estuviera preparado. 

Los gobernadores pedían por José Luis Gioja, actual vicepresidente de la Cámara baja, lo que hubiera sido un golpe bajo al actual mandatario de San Juan Rubén Uñac. 

Massa salió de la quinta de Olivos a las 15 horas sin definiciones, pero aclaró que la presencia de Valdes tenía relación con el viaje a Moscú. Y que el elegido final del presidente tenía que garantizar la "cohesión interna" que los 118 miembros del bloque Frente de Todos mantuvieron estos dos años en las votaciones, con escasas excepciones.    

En el Congreso aseguraban que la definición llegaría después de una ronda de consultas de Massa con los referentes del bloque. Confirmaban que habló con Máximo y con otros actores de peso en la bancada pero no cambió la decisión de Alberto, que por esas horas lo esperaba con Martínez para una reunión en la Rosada, antes de partir a Ezeiza.

El santafesino recién recibió el llamado de Massa a las 19 horas, pero ya estaba listo para ir a ver a Alberto. Cerca de Máximo negaban cualquier incidencia. "Lo define el presidente", señalaban. Así fue. 

Martínez tuvo varios gestos el fin de semana que lo encuadraron como albertista, como criticar en twitter a Claudio Lozano, el director del Banco Nación que se opuso al acuerdo con el FMI. Apeló a una chicana: posteó el registro de su votación en contra de la ley de pago al FMI en 2005. En aquel entonces, Lozano era opositor. 

Este lunes, tal vez con algún dato de su futuro, twiteó a favor de la marcha contra la justicia fogoneada por el kirchnerismo. "¿Por qué el Poder Judicial no puede ser interpelado socialmente? ¿Por qué -escondidos detrás de la supuesta "independencia"- un poder del Estado pretende evitar cualquier tipo de crítica? Por este, y varios motivos... #1FMarchamosALaCorte", posteó. 

Su próximo desafío es poner en marcha la agenda de sesiones extraordinarias con 18 proyectos, varios de ellos cajoneados en 2021 sin otro motivo que las tensiones internas, como los enviados por el ministro de desarrollo productivo Matías Kulfas para promover la industria automotriz y la exportación de cannabis medicinal.

Máximo ya había marcado sus diferencias con Martín Guzmán cuando pisó el proyecto de presupuesto y recién habilitó su tratamiento en diciembre, sin gestiones para lograr consensos. Tampoco le preocupó romper la sesión cuando el proyecto estaba por volver a comisión. 

Siempre que tuvo ocasión, cuestionó la negociación del ministro con el FMI y hasta apuró a la oposición a debatir si estaba de acuerdo en aprobar una renegociación a 10 años, como finalmente anunció a Alberto.

Martínez confirmó que el memorándum final entre el gobierno y el FMI será enviado al Congreso para su aprobación o rechazo y confió en juntar los votos. "Yo no siento que peligre. Me parece que vamos a tener que trabajar. Hablar mucho, argumentar y persuadir. Mi intención es hablar hoy y mañana con todos los integrantes del bloque. Tenemos que hablar mucho".