Europa

Berlusconi renunció a pelear la presidencia de Italia y marca el final de su carrera política

El magnate renunció a pelear la presidencia de Italia ante la falta de respaldos, pero se negó a apoyar al jefe de Gobierno, Mario Draghi.

Silvio Berlusconi renunció a su candidatura para la presidencia de Italia y despejó la primera de varias incógnitas de uno de los procesos electorales más extraños de la Italia contemporánea. El dueño de Mediaset dio un paso al costado pero anunció que no apoyará a Mario Draghi, el jefe de Gobierno que aún no ha confirmado su postulación.

A los 85 años y en lo que para muchos era su último intento por volver al primer plano de la política, renunció al intento por reemplazar a Sergio Mattarella como presidente de Italia, ante la falta de apoyo entre los parlamentarios que son quienes elegirán al nuevo jefe de Estado.

Pero su negativa a apoyar a Mario Draghi, el principal candidato que queda en pie, mantiene la incógnita sobre quien ocupará el palacio del Quirinal durante los próximos siete años.

Berlusconi tuvo que dar un paso al costado ante la falta de apoyo de sus socios de la coalición de derecha, Matteo Salvini (Liga) y Giorgia Meloni (Hermanos de Italia), marcando el final de su extensa carrera política, que terminó sepultada en juicios por corrupción y abuso de menores.

A los 85 años, Berlusconi se asoma al final de su carrera política, que terminó enterrada en juicios por corrupción y abuso de menores.

La votación comenzará este lunes, cuando el Parlamento, en sesión conjunta -630 diputados, 321 senadores y 58 delegados regionales-, empezará a buscar al sucesor de Mattarella en una jornada que puede alargarse indefinidamente hasta que se logre el quórum necesario. 

El presidente Sergio Mattarella.

Mattarella es la opción favorita de los italianos, por representar la tradición del cargo, esto es, un hombre de acuerdos. Luego de siete años, el mandatario declaró que no está interesado en continuar. Entre las funciones del jefe de Estado está la designación del primer ministro. Quien parece contar con un mejor pronóstico es Draghi, pero su elección también conlleva riesgos. Fuera de la jefatura de Gobierno, el extitular del Banco Central Europeo comprometería el futuro de la legislatura, lo que obligaría a adelantar elecciones.

Draghi es considerado la garantía de la estabilidad del Ejecutivo de "unidad nacional" que lidera -que incluye a formaciones de izquierda y derecha- y de la recuperación post pandemia. También recuperó la influencia de Italia dentro de la Unión Europea. La salida anticipada del cargo abre otra incógnita.

Draghi es considerado la garantía de la estabilidad del Ejecutivo de "unidad nacional" que lidera -que incluye a formaciones de izquierda y derecha- y de la recuperación post pandemia. Por eso su salida de la jefatura de Gobierno no es sencilla.

Más allá de las exigencias de una campaña prematura, entre los partidos prima el acuerdo tácito sobre la continuidad de la legislatura para impulsar los fondos de recuperación que llegan desde Bruselas

Draghi tiene chances de ser Presidente, porque cuenta con una base amplia de respaldos, con el Movimiento 5 Estrellas, el Partido Democrático y Libres e Iguales, y con la posibilidad de sumar a Italia Viva. Las negociaciones se extenderán hasta minutos antes del comienzo de la primera ronda de votación.

El primer ministro de Italia, Mario Draghi.

En medio de la indefinición, Draghi se mueve entre dos escenarios. Presentarse y dejar el Ejecutivo en manos de otro perfil técnico y sin partido. Marta Cartabia, la ministra de Justicia, podría sucederlo. Pero la segunda opción consiste en promoverla para la presidencia y permanecer él mismo en el cargo. Todo obedece a las condiciones que logre imponer para asumir la jefatura de Estado.

A excepción del partido de Meloni, las formaciones que integran el Ejecutivo de Draghi quieren evitar una elección anticipada. Más allá de las exigencias de una campaña prematura, entre los partidos prima el acuerdo tácito sobre la continuidad de la legislatura para impulsar los fondos de recuperación que llegan desde Bruselas. Recién cuando se resuelva la transición de Draghi habrá algo más de certeza en la votación presidencial.