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Inquietante: tras crisis con aviones rusos Interjet no sabe donde darle mantenimiento a su flota

La empresa debe afrontar altos costos por haber comprado aviones rusos que ya nadie busca.

 Existe una brecha sideral entre el discurso oficial de Interjet, la segunda aerolínea del país, y lo que sucede puertas adentro de la compañía. Mientras la empresa del Grupo Alemán emite mensajes sobre potenciales asociaciones como la de Aeroméxico con Delta, el sustrato es inquietante: después de tener que sacar de circulación más de 10 aviones rusos por la tragedia del Superjet 100, todavía la empresa no decide donde le dará mantenimiento a esas aeronaves que en los últimos días vuelven a prestar servicio.

Esto podría ser o bien en el aeropuerto de Toluca o en el de Ciudad de México pero todavía no hay certezas y los días corren. La decisión se dilata porque Interjet está pagando caro haber ido a contracorriente del mercado cuando decidió comprar aviones de Sukoi, que son aeronaves que hoy ya nadie compra. 

"Hay antecedentes muy complicados en el país, cuando Mexicana compró aviones Fokker 100 fue el principio del fin, como eran ya maquinas que iban rumbo al desuso el mantenimiento era carísimo y lo mismo pasa con el Superjet", explica a LPO un ejecutivo del sector.

Interjet es propiedad de Miguel Alemán, ejecutivo históricamente ligado al PRI y a las empresas cercanas al partido como Banorte o Televisa. A fines de 2016 trascendió que iba a comprar la naviera Oceanografía, empresa que protagonizó un escándalo al falsear contratos de Pemex.

 Alemán iba a dirigir la empresa y su grupo sería accionista mayoritario pero finalmente y tras anuncios fallidos, la operación se cayó.