Felipe Solá sueña con ser Ministro de Agricultura
En los momentos más duros del conflicto con el campo el ex gobernador dialogó con el titular de CRA, Mario Llambias. Le comentó que no lo seduce regresar a la Secretaría de Agricultura, pero sí aceptaría un ministerio del campo.
La semana pasada Felipe Solá se decidió: levantó el teléfono y llamó a su viejo amigo Mario Llambias, a quien conoce desde las épocas en que era ministro de Asuntos Agrarios en la gobernación de Antonio Cafiero. Por aquellos años Llambias estaba al frente de Carbap (Confederaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa).
Solá siempre ayudó a CRA y por ello Llambias mantiene un trato preferencial con el ex gobernador. Luego que el dirigente ruralista lo pusiera al tanto de la “complicada” situación del conflicto y que Solá aportara algunas ideas, Llambías rompió el hielo: “¿Felipe porqué no te ofreces como mediador?”, le dijo.
“No, con este gobierno eso no sirve, acá el que quiera mediar es para peor”, le respondió. “Bueno entonces asumí como secretario de Agricultura”, contratacó Llambías. Largo silencio.
“Mira secretario de Agricultura ya fui, ahora si crearan un Ministerio de Agricultura, sería otra cosa, por ahí agarro”, concluyó Solá.
Aplausos
Muy comentada fue la notable cara de pocos amigos de Felipe Solá durante el discurso de Cristina Kirchner contra el campo en la Casa Rosada, y su negativa a aplaudir las palabras de la Presidenta. Después, el periodista Reynaldo Sietecase le preguntó sin vueltas: “¿Por qué no aplaudió el discurso de la Presidenta?”. La respuesta, al mejor estilo cortante de Solá, fue para hacerse un pic nic: “Yo no aplaudo siempre, hay discursos que aplaudo y otros que no”.
En el gobierno son concientes del respeto que le tienen a Felipe Solá en el campo, pero por ahora nadie está pensando en ofrecerle la secretaría de Agricultura y mucho menos un ministerio del campo.
Según consigna Clarín hoy, el nombre de Solá volvió al ruedo, luego que Llambías pidiera públicamente para negociar con el gobierno "un interlocutor de peso político y que supiera del campo". La relación de Solá con Martín Lousteau, que fue su ministro de la Producción y luego presidente del Banco Provincia, alimentó más el rumor.
El diálogo que aquí se publica, explica cual es en rigor el deseo que impulsó al ex gobernador a reaparecer públicamente, justo cuando el conflicto con el campo llegaba a su climax.
Solá siempre ayudó a CRA y por ello Llambias mantiene un trato preferencial con el ex gobernador. Luego que el dirigente ruralista lo pusiera al tanto de la “complicada” situación del conflicto y que Solá aportara algunas ideas, Llambías rompió el hielo: “¿Felipe porqué no te ofreces como mediador?”, le dijo.
“No, con este gobierno eso no sirve, acá el que quiera mediar es para peor”, le respondió. “Bueno entonces asumí como secretario de Agricultura”, contratacó Llambías. Largo silencio.
“Mira secretario de Agricultura ya fui, ahora si crearan un Ministerio de Agricultura, sería otra cosa, por ahí agarro”, concluyó Solá.
Aplausos
Muy comentada fue la notable cara de pocos amigos de Felipe Solá durante el discurso de Cristina Kirchner contra el campo en la Casa Rosada, y su negativa a aplaudir las palabras de la Presidenta. Después, el periodista Reynaldo Sietecase le preguntó sin vueltas: “¿Por qué no aplaudió el discurso de la Presidenta?”. La respuesta, al mejor estilo cortante de Solá, fue para hacerse un pic nic: “Yo no aplaudo siempre, hay discursos que aplaudo y otros que no”.
En el gobierno son concientes del respeto que le tienen a Felipe Solá en el campo, pero por ahora nadie está pensando en ofrecerle la secretaría de Agricultura y mucho menos un ministerio del campo.
Según consigna Clarín hoy, el nombre de Solá volvió al ruedo, luego que Llambías pidiera públicamente para negociar con el gobierno "un interlocutor de peso político y que supiera del campo". La relación de Solá con Martín Lousteau, que fue su ministro de la Producción y luego presidente del Banco Provincia, alimentó más el rumor.
El diálogo que aquí se publica, explica cual es en rigor el deseo que impulsó al ex gobernador a reaparecer públicamente, justo cuando el conflicto con el campo llegaba a su climax.