Dólar

El Banco Central cierra el año con una pérdida de reservas netas de USD 1.300 millones

En el mercado oficial compró USD 5.000 millones, pero acotar la brecha le costó unos USD 2700 millones. Importantes ganancias con futuros de dólar.

El balance del Banco Central en el mercado cambiario oficial arrojó un saldo a favor de 5.060 millones de dólares, la cifra más alta desde 2014.

Además, consiguió otro saldo a favor por sus operaciones en pesos en el mercado de dólar futuro de otros $30.000 millones a lo largo de todo el año, de acuerdo a estimaciones privadas, es decir unos 1.600 millones de dólares adicionales a tipo de cambio libre o 3.200 millones de dólares a tipo de cambio oficial. Esto, si bien no afecta directamente a las reservas, ayudó a esterilizar pesos del mercado que podrían haberse volcado al mercado de cambios.

Sin embargo, el resultado sobre las reservas internacionales fue negativo por unos 213 millones de dólares, de acuerdo a datos provisorios del Banco Central. Esto es incluso si en agosto el FMI desembolsó en la Argentina 4.319 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (DEGs) que, mediante un giro del Tesoro Nacional, fueron a engrosar las reservas, y si este año la balanza por servicios de turismo resultó superávitaria.

En tanto, el resultado sobre las reservas netas se contrajo unos 1.300 millones de dólares al caer hasta los 1.150 millones de dólares. Es que -además de pagos netos a organismos internacionales por 2.036  millones de dólares- a lo largo del año y hasta las elecciones de noviembre, el Banco Central liquidó en el mercado de divisas bursátil unos 2.700 millones de dólares, además de cursar pagos de obligaciones de deuda en el exterior por otros 4.400 millones de dólares hasta totalizar los 7.131 millones de dólares.

   

"El núcleo de la pérdida de reservas netas proviene de intervenir en el mercado por la caída en la credibilidad y en la confianza en las políticas macro y en las incertidumbres varias, que siguen sin despejarse. El cepo justamente lleva a eso, como sucedió entre 2011 y 2015. Por algo, profundizaron el cepo", explicó a LPO el profesor Héctor Rubini de la Universidad del Salvador. 

"La cuenta corriente fue superávitaria, pero es la cuenta de capital la que refleja la subyacente baja de demanda de saldos reales de pesos (no nominales) y la persistente preferencia por el dólar. A esto, a futuro se le suma la demanda potencial de divisas del Gobierno para pagar al FMI y a otros acreedores", agregó Rubini.