Crisis Energética

Glasgow, el caso España y las paradojas de la apuesta de Macri por las energías "verdes"

Cambiemos destinó millones de dólares a subsidiar energía renovable en detrimento de la explotación de gas. La crisis energética mundial por falta de abastecimiento dejó en evidencia las falencias del modelo.

 España es el caso paradigmático de las paradojas que encierra la transición de las economías hacia una matriz de "energías limpias". En junio de 2020 el gobierno del socialista Pedro Sánchez decidió cerrar las quince centrales térmicas de carbón que quedaban operativas. También lanzó un proceso para cerrar las siete centrales nucleares que tiene la península.

Estas acciones devienen del Acuerdo de París en 2015 donde más de 190 países pactaron limitar gradualmente las emisiones de carbon y mostrar resultados en ese sentido. Todo el continente europeo junto a los Estados Unidos se comprometieron a una transición de un modelo dependiente de los combustibles fósiles a otro que opte por las energías renovables. Hoy Biden es el paladín de esa bandera.

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Lo que acaso no estaba previsto es que los procesos de desinversión en hidrocarburos llevaran los precios de los combustibles fósiles a máximos históricos. Los futuros de gas natural licuado se pactan cerca de los 14 dólares por millón de BTU mientras el precio internacional del gas oil se ubica en 17 dólares por millón de BTU.

España apostó fuerte sobre todo por la energía eólica y comenzó un proceso de cierre de sus centrales de carbón y nucleares. El problema es que con la suba global del gas sufre un encarecimiento abrupto de la energía eléctrica porque las "energías limpias" aportan apenas el 20% del consumo.

En España el megavatio hora, medida eléctrica de referencia, superó los 200 dólares. Es que la apuesta fuerte de ese país fue por la eólica y hoy el gobierno de Sánchez enfrenta una crisis política severa por la disparada del precio de las tarifas de eléctricas. Es que las "energías limpias" apenas cubren el 20% del consumo de la península y ante el cierre de alternativas como el carbón o la energía nuclear, la generación quedó atada al gas y sufre ahora el traslado de la suba del precio del fluido. Con un agravante geopolítico, España como Alemania se volvieron más dependientes de los grandes exportadores de gas, como Rusia.

Una crisis estructural que recorre Europa y se hizo visible en el Reino Unido en la ola de quiebras de compañías electrícas que no pudieron absorber el aumento del gas. Paradójicamente, es en Gran Bretaña -en la ciudad escocesa de Glasgow- donde la semana que viene comenzara la "cumbre definitiva" para tomar acciones contra el cambio climático. El contexto no es el mejor para darle un nuevo impulso a las renovables.

El primer ministro Boris Johnson cuando lanzó la cumbre climática de Glasgow el año pasado.

En la Argentina el gobierno pasado centró su política energética en el desarrollo de las renovables, no sin polémica. El propio Mauricio Macri se metió en el negocio de las eólicas -incluyendo a empresas españolas- según consta en la denuncia de su hermano Mariano. De hecho, existe una causa judicial a cargo de Martinez de Giorgi donde se investiga un un posible pasamanos entre la compra y reventa de seis parque eólicos que le habían permitido a la familia Macri obtener ganancias por 70 millones de dólares. 

Lo que se reconstruyó hasta ahora en la causa es la existencia de una red de empresas, creadas desde los comienzos del gobierno de Cambiemos, a cargo de un contador del grupo empresario, Mariano Payaslian, que a la vez aparecen vinculadas da una estructura societaria en Europa, con eje en Luxemburgo, un país que ofrece altos niveles de secretismo sobre la constitución de sociedades off shore o cuentas, lo que muchas veces permite ocultar los verdaderos dueños de ciertos negocios o quiénes mueven operaciones.

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Pero ahora, con la suba mundial del gas, se observa que más allá -o acaso por eso mismo- de eventuales negociados, la decisión de apostar centralmente al desarrollo de "energías limpias" en un país que tiene importantísimos yacimientos de hidrocarburos, como Vaca Muerta, es un lujo bastante inviable para un país como la Argentina.

"Macri compró el discurso de Alemania. Gran Error, no podemos comprar la agenda europea ni norteamericana porque es para países ricos", sentencia el profesor universitario Victor Bronstein. "La energía renovable es muy subsidiada y a su vez esta estrechamente vinculada al sistema financiero. Por eso a Macri la subsidiada se le cortó cuando se le cerró Wall Street", agrega Bronstein.

Macri compró el discurso de energías limpias de Alemania. Gran error, no podemos comprar la agenda europea ni norteamericana porque es para países ricos.

De hecho España invierte 20 mil millones de dólares anuales en subsidios para energías limpias, mientras Alemania duplica esa fenomenal cifra.

La Argentina, en gran parte gracias a Vaca Muerta que viene registrando niveles récord de producción, tiene una ventaja frente a esas potencias europeas: cuenta con hidrocarburos propios, una realidad que le está permitiendo al Gobierno amortiguar el golpe de la suba del gas.

"La semana pasada le ofrecieron a IEASA GNL a 62 dólares el millón de BTU. Obviamente declaro desierta la licitación", cuenta una fuente de la Secretaría de Energía de Argentina, para graficar lo que está sucediendo con los precios.

A partir de la implementación del Plan Gas de la actual gestión el precio promedio del gas argentino esta garantizado en 3.5 dólares por millón de BTU durante los próximos 3 años. La producción creció un 8% interanual, según datos de la propia Secretaría de Energía. El ahorro fiscal fue de 88.000 millones de pesos, mas 1200 millones dólares por sustitución de importaciones.

La coyuntura genera así una reflexión sobre el lado no dicho de la apuesta a las "energías limpias", siendo que al final del día, incluso matrices de energía del primer mundo como España o Alemania, dependen masivamente del gas, que además, es más limpia -por ejemplo- que el carbón.

 "Los problemas que se evidencian en la desinversión de fósiles muestra el choque entre ideología y realidad", explica Bronstein resaltando que la civilización industrial se basa en un sistema productivo previsible "fue justamente la independencia de lo aleatorio lo que posibilitó el desarrollo". 

El factor climático incorpora la aleatoriedad del entorno "si no hay viento te quedas sin energía", agrega el especialista. Porque el gran problema de las energías renovables es que todavía no existe un sistema de acumulación, una forma eficiente de almacenarla "es por eso que la transición es anticipada" afirma el académico que agrega un dato clave "las emisiones de carbono a nivel mundial aumentan, China e India promedian un uso del 65% de electricidad generada a carbón, y son países que alojan a las fábricas del mundo y a la mayoría de la población mundial. Esto marca que el mundo va a necesitar gas por varias décadas y eso hace que tengamos que fortalecer esta oportunidad que tiene la Argentina con Vaca Muerta". 

"Por eso, apoyo a la ley de promoción a las inversiones hidrocarburíferas, porque hay un mundo dispuesto a comprar gas argentino y pagarlo caro en dólares. Me resulta incomprensible que el grupo de los ex secretarios de Energía se opongan, demuestran falta de nivel técnico con la posición política de oponerse por oponerse"