Inflación

Economistas advierten que no hay margen para financiar la expansión del gasto que quiere Cristina

En los primeros ocho meses del año, el déficit primario fue del 1% del PBI y las estimaciones más holgadas hablan de 3,5%.

Economistas advierten que el Banco Central y el Tesoro no tienen margen para financiar una expansión del gasto hasta un déficit primario de 4,5 puntos del PBI como reclama Cristina, porque la demanda de pesos fue mucho menor a la proyectada por Guzmán y la inflación notoriamente mayor, por lo que acelerar la emisión podría romper el delicado equilibrio cambiario y acelerar más los precios.

La Ley de Presupuesto 2021 preveía un déficit primario de $1.703.316,6 millones (4,5% del PBI) y un déficit financiero de $2.253.685,9 millones (6% del PBI), financiados en un 40% con deuda local y el 60% restante con emisión monetaria. Esto suponía una demanda de pesos que permitiría sostener el dólar oficial y además contener la inflación debajo del 30%. Para esto los ingresos corrientes iban a crecer 44,4%, los gastos corrientes 13%, los gastos de capital 98,8% y el déficit financiero iba a terminar cayendo 21% respecto de 2020.

Guzmán anunció que el déficit hasta agosto fue del 2%, confirmando la crítica de Cristina que quiere más gasto

Sin embargo, poco de esto ocurrió. Sin la demanda de pesos proyectada por el Gobierno, el margen para emitir y que no se desbocara la inflación fue menor. Además, el presupuesto no incluía el Aporte Solidario que representó 0,5% del PBI. Así, terminado agosto, el déficit fiscal primario había sido del 1% del PBI (1,5% si no se contempla el impuesto a la riqueza) y el financiero o total, del 2% del PBI (o 2,5%).

Analytica evaluó que el límite para el déficit fiscal primario está un punto por debajo de lo que pidió la vicepresidenta: "Nuestra estimación es que finalizará, como máximo, en 3,5% del PIB, acorde a las posibilidades reales del financiamiento en pesos", sostuvo la consultora.

Lo que sí se respetó fue el financiamiento del déficit, terminado agosto el Central llevaba emitidos 710.000 millones de pesos (y 850.000 millones de pesos hasta la fecha) para financiar al Tesoro, mientras que en deuda había conseguido $381.000 millones ($395.800 millones al día de hoy). Es decir, a partir de agosto ese equilibrio 60-40 se rompió: el Tesoro consiguió unos 15.000 millones en el mercado, pero necesitó 140.000 millones más del Central, ya que el apetito del mercado por las Letras del Tesoro menguó hacia las PASO. Y el resultado electoral plantea dudas sobre la capacidad de seguir colocando deuda al mismo ritmo que en la primera parte del año.

En este sentido, proliferan advertencias de que no hay margen para emitir mucho más. Los Adelantos Transitorios tienen un tope del 12% de la base monetaria y del 10% de la recaudación en efectivo del año pasado, que por la pandemia fue particularmente baja.

Para el economista Hernán Hirsch, por ejemplo, es poco factible que el Gobierno pueda cerrar el financiamiento del año usando el financiamiento habitual, si piensa cumplir con el déficit proyectado para el año en el Presupuesto. "No creo que llegue con colocaciones en el mercado de deuda local y el margen de financiamiento del Banco Central. Legalmente hay un límite y el mercado está saturado de papeles. Imagino que algo van a tener que inventar y, estimativamente, el invento llegaría entre fines de noviembre y principios de diciembre".

En este sentido, la consultora Analytica consideró que el límite para el déficit fiscal primario está un punto por debajo de lo que pidió la vicepresidenta: "Nuestra estimación es que finalizará, como máximo, en 3,5% del PIB, acorde a las posibilidades reales del financiamiento en pesos", dijo la consultora teniendo en cuenta el deterioro en la hoja de balance del Banco Central y la ampliación en la capacidad de financiamiento monetario al Tesoro que se generó a partir de la contabilización de los Derechos Especiales de Giro como parte del activo de la autoridad monetaria con el decreto del viernes pasado.