Kicillof sale en busca de 1 millón de personas del grupo de riesgo que todavía no se anotaron para recibir la vacuna

En el gobierno de Axel Kicillof siguen muy de cerca el número de inscriptos a recibir la vacuna contra el coronavirus y la urgencia por estas horas es llegar a una población de 1 millón de personas que pertenece al grupo de riesgo y que todavía no se registró para ser inmunizada.

Según información oficial, el total de personas que se anotó para ser inoculada llega a 6.700.000 de un universo a vacunar de 12 millones de bonaerenses. Más allá que falta registrarse poco menos que la mitad de la población a vacunar, en el gobierno la urgencia está en buscar a quieres conforman el grupo de riesgo, esto es mayores de 60 años y personas de cualquier edad con enfermedades preexistentes.

Según pudo saber LPO, la población de riesgo de la provincia asciende a 5.700.000 personas y estiman que se anotaron para ser vacunados 4.700.000. Ese millón que falta es la principal preocupación por estas horas en La Plata y donde se focaliza la campaña de registro.

En el gobierno de Kicillof consideran que la característica de ese grupo de 1 millón de personas que aún no se registró para recibir la vacuna es la misma que el resto de la población por fuera del grupo de riesgo que tampoco se anotó.

Estiman que un 20% lo constituye un núcleo duro anti vacuna al que va a ser muy difícil convencer. Ese sector rechaza la vacuna de plano por distintos motivos, desde ideológicos, hasta políticos.

Allí pueden quedar resabios de la resistencia inicial de un sector importante de la población que se vio influenciada por las denuncias de la oposición ante la llegada de las primeras dosis de la Sputnik V.

Desde el gobierno consideran que se logró ganar esa batalla política, aunque queda un núcleo duro que del universo de personas que faltan registrarse (5.300.000) y que significaría alrededor de 1 millón, de los 12 millones de bonaerenses a vacunar.

Un desafío diferente para el gobierno significa ir a buscar al 80% restante de la población de riesgo a la que consideran por fuera del grupo duro antivacunas. Se trata de sectores marginales, invisibles, al que incluso el propio gobierno tiene dificultades para llegar e individualizar.

Para llegar a ese sector se trabaja llevando mesas de inscripciones a los barrios. Cada operativo del gobierno bonaerense que se baja a los barrios -ya sean vinculados a Desarrollo Social o Vivienda- incluyen una mesa de registro a la vacunación. La prioridad es poder detectar a esos invisibles y registrarlos al plan de vacunación.

Desde el gobierno reconocen además que allí el rol de los intendentes es clave. Ellos son los que tienen la estructura barrial y el vínculo con referentes de las villas y asentamientos. La cooperación entre los jefes municipales y el Estado bonaerense aparece por estas horas como una línea de trabajo clave para inscribir al millón de personas que falta del grupo de riesgo.

Ahora bien, entre el sector más joven de la población a vacunar (18 a 40 años) existen muy pocos anotados. Eso no preocupa por el momento en el gobierno toda vez que tampoco tienen vacunas para aplicar.

Además, consideran que llegado el momento y con las vacunas disponibles como para avanzar sobre esa franja de población será más fácil llegar a través de distintos mecanismos como redes sociales.