Viaje oficial

Georgieva recibió a Guzmán, pero los presidentes del BID y el Banco Mundial lo evitaron

El ministro mantuvo una larga conversación a puertas cerradas, pero no logra explicar a qué fue presencialmente a Washington.

Ni la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, ni el presidente del Banco Mundial, David Malpass, ni el del BID, Mauricio Claver-Carone acordaron reunirse con Martín Guzmán en su visita a Washington. La única jerarca que lo recibió fue Kristalina Georgieva, titular del FMI.

El encuentro fue extenso y superó las dos horas y fue la continuación de una nueva reunión de trabajo con dos de los técnicos del FMI, Julie Kozack y Luis Cubeddu y los representantes argentinos. De la primera media hora con Georgieva, también participaron Sergio Chodos y Kozack, la directora adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental. Y el resto fue una conversación uno a uno de la que no hubo trascendidos.

Al término del encuentro, la titular del Fondo publicó su tweet de rutina: "Muy buena reunión con el ministro Guzmán sobre la situación económica argentina y el sendero por delante", dijo.

"Nuestros equipos están trabajando constructivamente para ayudar a fortalecer la estabilidad económica, proteger a los vulnerables y promover el crecimiento sostenible. Nuestro cercano diálogo continúa", agregó.

En este sentido, el mismo ex ministro Amado Boudou dejó planteado el interrogante: "¿Qué hace el ministro Guzmán en Estados Unidos?", se preguntó en una charla abierta el último sábado. Al fin y al cabo, las charlas con bonistas podrían haberse hecho por zoom y el mano a mano con Georgieva por teléfono incluso.

En el entorno del ministro apuntan que la Casa Blanca no está recibiendo visitas de nadie para evitar contagios. Este argumento, que refuerza las dudas de Boudou, tambalea si se tiene en cuenta que, como consignó este medio, dos colaboradores de Biden viajaron a México y Guatemala ayer, lo que muestra que cuando las prioridades lo ameritan sí mantienen encuentros bilaterales.

El hermetismo al ministro le juega como un arma de doble filo. Por un lado, lo sensible de la información que se puede manejar en las reuniones con el personal técnico del FMI es razón para evitar que el contenido se politice o se tergiverse y se creen nuevas tensiones con el organismo o complejicen más los ya malos términos con el mercado. Por el otro, reaviva las versiones de que, en realidad, las tensiones se originarían al interior de la coalición de gobierno porque lo que el ministro está negociando no cuenta con el respaldo de El Patria.

De hecho, uno de los directivos de fondos de inversión con los que se reunió Guzmán el último viernes aseguró a este medio que el gobierno les pidió que se preserve la confidencialidad del contenido del encuentro, en el que -de acuerdo a fuentes oficiales- se les explicaron "los avances en las negociaciones con el FMI".

En el encuentro de ayer con los funcionarios del Banco Mundial, a Guzmán el organismo le ratificó los préstamos programados para este año por 2.000 millones de dólares que, como pudo saber este medio, nunca estuvieron en la cuerda floja. Así y todo, la versión oficial es que, si las negociaciones con el FMI no estuviesen bien encaminadas, el Banco Mundial -hermano mellizo del FMI en Bretton Woods- habría dilatado los préstamos, lo que por el momento no ocurrió. El primer desembolso del año por 300 millones de dólares para Aysa e inversión en infraestructura ya está aprobado y, en los próximos meses, están en agenda las aprobaciones restantes.

Como corolario de esta visita, David Malpass mantendrá mañana una videoconferencia con Alberto Fernández, para la ratificación de las buenas relaciones con el país.

Otro tanto sucede con el titular del BID, Mauricio Claver-Carone. Impulsado por Trump -señalado por Alberto Fernández como el responsable del financiamiento del FMI a la campaña de Macri- y contendiente de Gustavo Béliz para la presidencia del BID, tampoco recibirá a Guzmán aunque esto no afecte la cartera de créditos del organismo en el país.