"La gestión de Bolsonaro de la pandemia nos lleva a un genocidio"
El colapso sanitario en Manaos expuso la falta de previsión del gobierno de Bolsonaro para enfrentar la pandemia que puede acelerar la segunda ola de coronavirus y agudizar una crisis social que ya cuenta con 14 millones de desocupados.
Fiel a su estilo, Bolsonaro se desentendió del desastre sanitario en la capital del estado de Amazonas -con pabellones enteros de pacientes con Covid que fallecen por falta de oxígeno- y evitó asumir responsabilidad a pesar de estar alertados por diferentes vías sobre lo que podía ocurrir.
Pero esta vez no le alcanzó. La furia que causó el evidente abandono del estado federal trascendió las fronteras opositoras para llegar a viejos aliados del presidente, tanto del mundo empresarial como de la política y los medios de comunicación.
Manaos colapsó y la gente ya se pelea por los tubos de oxigeno
LPO conversó con el exministro de Salud y actual senador Humberto Costa quien sostuvo que "lo que ocurre es una de muchas omisiones del gobierno de Bolsonaro, su actitud negacionista de la pandemia y su trabajo constante en contra de la población defendiendo sus tesis de la gripecita".
El ex funcionario de Lula dijo que "hay una total falta de coordinación de los trabajos de enfrentamiento contra la pandemia". "Brasil tiene un sistema de salud que es universal y gratuito y tiene una enorme capilaridad que le permite estar presente en todos los municipios del país pero necesita de la coordinación del gobierno federal para llevarse a cabo", explicó.
Costa agregó que "Bolsonaro trabaja todo el tiempo a favor del virus" y recordó que "sabíamos que sin medidas de aislamiento social volveríamos a tener una situación gravísima en Amazonas y especialmente en Manaos. Hace dos semanas hubo una decisión (de confinamiento) del gobernador del estado y del alcalde pero los empresarios se movilizaron con apoyo de Bolsonaro y sus hijos y de la justicia para impedirlo. Lo que ocurre es consecuencia de eso, hay una ausencia de políticas de estado".
"La gestión de Bolsonaro es omisa y criminal y nos conduce a un verdadero genocidio. No tiene noción de lo que está pasando. Es incompetente e indiferente con el sufrimiento de sus compatriotas", agregó el senador brasileño.
El cementerio de Manaos desbordado por la cantidad de muertos por Coronavirus.
Por su parte, el diputado por el estado de Amazonas, José Ricardo, dijo a LPO que lo está pasando en Manaos "es una calamidad y una total irresponsabilidad del gobierno federal, estatal y municipal. Ya sabían que la curva venía creciendo desde septiembre y no había una adecuada prevención, planificación y orientación para la población".
"Estamos en un año de pandemia y no hay estadísticas fiables, no hay un plan de acción claro, no hay transparencia en el uso de los recursos, un desastre. Incluso Bolsonaro envió a su ministro de Salud a Manaos y no hizo nada. Tenemos la impresión de que el gobierno se pierde por incompetencia técnica o política. Es un desprecio total por la población", agregó.
El diputado del PT señaló que "hay impactos en la vida de las personas y en la economía. La mayor pérdida es que el mundo se da cuenta de la incapacidad del presidente brasileño y la inseguridad jurídica que deja su gobierno. Habrá retrasos de décadas en la economía debido a decisiones desastrosas, tomadas por Bolsonaro y profundas marcas en la sociedad, que perciben con mayor claridad la mala gestión actual".
En relación a la gestión sanitaria, el legislador dijo: "Es lastimosa, basta mirar el número de ministros que han pasado y el perfil de los que estaban en la cartera. O son militares o defienden la privatización del Sistema Único de Salud".
"Brasil volvió al mapa del hambre, hay riesgo de una convulsión social"
Costa y Ricardo coinciden en es probable que Brasil enfrente una segunda ola antes que termine la primera y, como dijo el líder sindical de San Pablo, Joao Cayres, a LPO, la situación social se vuelva explosiva.
"Estamos preocupados porque tenemos 14 por ciento de desempleados y una enorme cantidad de personas que no buscan más trabajo y eso puede devenir en una convulsión", alertó el ex ministro Costa. "Sin atención de emergencia y mayor desempleo, puede haber agitación social. Los votantes de Bolsonaro se están dando cuenta de quién es en realidad y a quién representa", agregó el diputado amazónico.
El colapso total del sistema público de salud de Manaos, que se quedó sin oxígeno, obligó a la gente a salir a comprarlo donde sea.
La crisis en Manaos dejó evidencia la errática gestión sanitaria y la falta de previsión de Bolsonaro que tiene un estado sin oxigeno cuando Air Liquide, la empresa de gas, tecnologías e servicios para áreas industriales e medicinales más importante de América Latina con sede en Brasil y, según informaron medios locales, White Martins, el mayor proveedor de la oferta, alertó al gobierno federal sobre la falta de respiradores en la capital de Amazonas.
El gobierno del Estado de Amazonas tiene su cuota de responsabilidad, ya que, confiados en la caída de casos hizo que desactivaran el 85 por ciento de las camas de unidades intensivas entre julio y octubre del año pasado. De todas formas, cuenta el diario Folha, el gobierno estadual alertó al ministro de Salud, el militar Eduardo Pazzuello, de la gravedad de la situación pero desde Brasilia lo ignoraron.
También activó a la oposición a partir del reclamo para la creación de una comisión investigadora y nuevo pedido de impeachment en un año clave en la distribución interna de poder (en la votación de las autoridades del Congreso en febrero) que puede definir la elección presidencial de 2022.
Bolsonaro ha demostrado capacidad de supervivencia en momentos complicados pero los cacerolazos empiezan a hacerse sentir en las principales y las imágenes de la gente peleando por un tubo de oxigeno no será facil de borrar. Habrá que ver si el pulso social modifican el sistema de alianzas del año que comienza.