Coronavirus

Por la resistencia de los gobernadores, ahora Alberto sólo "recomendará" el cierre nocturno

La medida no será obligatoria y la definirá cada provincia, como planteó Perotti. El toque de queda también era rechazado por Larreta, Schiaretti, Suárez y Morales.

Tras el rechazo de algunos gobernadores, Alberto Fernández no impuso un toque de queda nocturno obligatorio y dejó la decisión en manos de cada provincia.

El decreto publicado en el Boletín Oficial alerta que "existe alto riesgo sanitario y condiciones epidemiológicas" por coronavirus que "ameritan" por parte de los gobernadores "adoptar medidas de limitación de la circulación", cuando se cumplan parámetros sanitarios, precisados en la norma. Se trata de una versión mucho más blanda de la que había hecho circular el Gobierno con el "toque de queda sanitario": la circulación será libre, aunque las jurisdicciones impulsarán el cierre de los locales gastronómicos entre las 23 y las 0 horas.

El gobierno estableció dos factores para los cierres. El primero es la "razón", cuando el cociente entre el número de casos confirmados acumulados en los últimos 14 días y el número de casos confirmados acumulados en los 14 días previos, sea superior a 1,20 (es decir, que los casos aumenten un 20% de una quincena a la otra). 

El otro parámetro es la incidencia, cuando el número de casos confirmados acumulados de los últimos 14 días por 100 mil habitantes, sea superior a 150.

Es que tras los dichos del jefe de gabinete, varios gobernadores -especialmente los de provincias grandes- avisaron que no acatarían el decreto y mantendrían las restricciones que actualmente tienen vigentes, sin limitar la circulación.

Perotti y Scharetti desafían el toque de queda y mantienen todo abierto

La resistencia la lideró el cordobés Juan Schiaretti avisó que los horarios se mantendrán iguales (bares y restaurantes hasta la 1:00 am y comercios hasta las 23 horas) y que la apuesta de su gestión pasa por la prevención, los testeos y a renovar la concientización social. Una posición similar adoptaría el mendocino Rodolfo Suárez.

En tanto, Horacio Rodríguez Larreta habría respaldado la idea de imponer un horario de cierre de las actividades nocturnas (entre las 24 y la 1 de la mañana) pero no estaba de acuerdo con limitar la circulación en la Ciudad de Buenos Aires.

Otro que se diferenció fue el santafesino Omar Perotti. "La idea es no prohibir nada. Lo que haremos es aumentar los mecanismos de control y el llamado al convencimiento y a la toma de conciencia", planteó el gobernador. El jujueño Gerardo morales también advirtió que no impondría un toque de queda sanitario.

Perotti había planteado durante la reunión virtual de Alberto con los gobernadores la necesidad de que cada provincia se reserve la facultad de adecuar el DNU. "Cada uno en su provincia tiene regiones con muchos casos, con casos crecientes, y algunas que no, entonces que no queden englobados todos en una misma medida", dijo.

Finalmente fue esta la propuesta adoptada por Alberto Fernández, aunque en Nación analizan incluir unos parámetros sobre la evolución de los casos que obligarían a los gobernadores a imponer restricciones -en principio- nocturnas. Algo similar al sistema de fases que rige en la provincia de Buenos Aires.

Lo curioso de este giro de Alberto es que durante la reunión del miércoles pasado con los gobernadores desde la Rosada hicieron trascender que los gobernadores habían respaldado de manera unánime las propuestas del presidente. Un día después lo obligaron a dar marcha atrás.

Al rechazo de los gobernadores se sumó también el de los intendentes de ciudades turísticas, que rechazaban de plano las restricciones, y de los empresarios del sector gastronómico y otros como los teatros, de los más golpeados en 2020.