Coronavirus

Un asesor de Kicillof confirma que analizan un toque de queda para frenar el rebrote

El jefe de asesores de Gollán reconoció que "puede ser una opción" dentro de un paquete de medidas "antipáticas". Se definiría en una semana.

La provincia de Buenos Aires no descarta aplicar un "toque de queda" para ponerle un límite a la movida nocturna y frenar el avance de los contagios entre la población joven, tal y como propone la Ciudad. El mismo jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense, Enio José García, reconoció que "puede ser una opción".

En declaraciones radiales por La Once Diez, el funcionario del equipo de Daniel Gollán consideró que "Podría ser una carta dentro del barajo, pero no tendría que ser la única. Habría que ver cómo hacer también con el tema de la costa. Uno no quiere que la temporada se cancele, pero hay que tomar algunas medidas para disminuir los contagios, que vienen fuerte no solo en Mar del Plata, también el Partido de la Costa está registrando muchos casos. Va a ser una semana clave para tomar definiciones", aseguró.

Como adelantó LPO, tanto en la Ciudad como en la provincia identifican que los jóvenes que no son población de riesgo son los que más se han relajado en los cuidados preventivos y que el alcohol colabora en ese clima de menos distanciamiento y menos rigurosidad en las normas. Por eso creen que cerrar los bares "temprano", sería una forma de forzar el traslado de los encuentros al aire libre donde las probabilidades de contagio son menores.

En una semana definen si imponen toque de queda

Además, serviría para evitar un nuevo golpe al circuito gastronómico, ya que la alternativa de volver a cerrar los bares y restaurantes sería más nociva para la economía del sector que es de la más afectada por la pandemia juntos con la hotelería y el turismo. Desde el BID y el FMI también están pidiendo que no se vuelva a los cierres masivos por el impacto económico, pero por sobre todo por el impacto en el nivel de empleo. Estos sectores son de los que más mano de obra de calificación media y baja mueven en el mundo.

En este sentido, Enio García explicó que el "toque de queda sanitario" integra el grupo de medidas "que la Organización Mundial de la Salud está recomendando porque hay un análisis general de que los contagios están muy vinculados a los sectores jóvenes, que vuelven a su circuito familiar y terminan enfermando también a las personas mayores".

Y la economía también

El funcionario bonaerense repasó el diagnóstico que manejan en la provincia donde ya en el Partido de la Costa y en General Pueyrredón la ocupación de camas de terapia intensiva ronda el 60% y reconoció que con el aumento de la temperatura los casos venían bajando y eso los había esperanzado. Sin embargo, en el último mes la gente se relajó en los cuidados y los números volvieron a dispararse.

"Sin ninguna restricción, la cosa se desmadró: aumentó mucho la movilidad de la gente y el tema de las fiestas claramente no colabora, porque la gente se encuentra y es muy difícil mantener las pautas de cuidado". "No va a quedar otra que tomar algunas medidas restrictivas. Hay que analizarlas", adelantó.

Por lo pronto, como adelantó LPO, en la provincia tomaron la decisión de postergar las nuevas medidas hasta después de las fiestas. Al fin y al cabo, el turismo llegó a mover más de 10% del PBI nacional en 2018 y es vital para la economía de la costa argentina. Por eso, a más tardar el fin de semana que viene, Nación, Provincia y Ciudad van a analizar qué combo de medidas van a tomar, ya que solo con el cierre nocturno tampoco esperan cambios abismales en la conducta de la gente. "Son medidas antipáticas, pero no queda otra", adelantó García.

 Son medidas antipáticas, pero no queda otra

El funcionario explicó que "Queremos que siga el turismo, sabemos de la importancia de esa actividad para los municipios de la costa", al tiempo que enfatizó que "no va a haber turismo si hay un brote incontrolable, si el Ministerio de Salud no logra dar respuesta". Y argumentó que, en la dicotomía entre economía y salud: "No podemos juntar lo peor de dos mundos: el caos sanitario y la falta de turismo, porque una familia no va a querer ir a un lugar donde el riesgo de contagio es alto. Hay que buscar un equilibrio donde mantengamos algo de turismo sin que eso sea una bomba de tiempo".