Coronavirus

En el Gobierno preocupa que los países vecinos empiecen a vacunar y en Argentina no haya dosis

Temen el impacto que pueda tener sobre el Gobierno la falta de vacunas por la decisión de atar la suerte a la fallida fórmula de AstraZeneca.

En el Gobierno están preocupados por la posibilidad de que el resto de los países de la región empiecen a vacunar contra el coronavirus en las próximas semanas y Argentina no tenga dosis luego de que se cayera el acuerdo con Pfizer  y la producción de la vacuna de AstraZeneca entrara en crisis.

Alberto Fernández anunció en noviembre que llegarían 10 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V antes de fin de año. Luego redujo esa cantidad para 300 mil personas. "Hay que ver si llegan", dijo el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan. La provincia ya negocia por su parte con los rusos, lo que generó cortocircuitos con el Gobierno nacional.

Exclusivo: porqué la Argentina se quedó sin la vacuna de Pfizer

Pero la duda que queda flotando en el aire es si Rusia podrá aportar esa cantidad de dosis teniendo en cuenta que todavía no comenzó su propia campaña de vacunación. El país gobernado por Vladimir Putin tiene más de 144 millones de habitantes y ha anunciado que en el corto plazo sólo aplicará a 2 millones su vacuna.

A esto se le suma la caída del acuerdo con Pfizer, que como reveló LPO tuvo mucho que ver con la intromisión de Hugo Sigman, que intentó colonizar el plan de vacunación con las dosis de AstraZeneca, el laboratorio asociado con Oxford que ahora debió ir a buscar a los rusos para pedirles asesoramiento. El propio Alberto le quitó expectativas a esa vacuna este jueves y habló de marzo, "si es que finalmente se pone en marcha la producción".

En este contexto, en el Ejecutivo están en alarma por el impacto negativo que pueda tener en la imagen del presidente y de todo el Gobierno la posibilidad de encontrarse con las fotos de los países de la región y del resto del mundo vacunando mientras en Argentina no se consiguen las dosis.

Por eso siguen con pavor la realidad del resto del continente. México buscó una alternativa importante pese a fabricar la vacuna de AstraZeneca en el propio país azteca y anunció la adquisición de 34 millones de dosis a Pfizer. El miércoles, el canciller Marcelo Ebrard, anunció que México acordó con los chinos de CanSino Biologics para comprarles 35 millones de dosis. También acordaron con los rusos la compra de 32 millones de dosis y esperan más de 50 millones de dosis del fondo Covax.

López Obrador y su canciller Marcelo Ebrard, que tuvo a cargo la estrategia para asegurar vacunas al país.

En Chile esperan que este mismo lunes el Instituto de Salud Pública (ISP) autorice la vacuna de Pfizer para empezar a aplicar las 30 mil dosis que esperan antes de que termine el año. Al mismo tiempo tienen acuerdos con la china Sinovac, que empezó a fabricar vacunas "Coronavac" esta semana en San Pablo y con la norteamericana Moderna, con la que Argentina ni siquiera negoció.

En el Ejecutivo están en alarma por el impacto negativo que pueda tener en la imagen del presidente y de todo el Gobierno la posibilidad de encontrarse con las fotos de los países de la región y del resto del mundo vacunando mientras en Argentina no se consiguen las dosis.

Este viernes, tras una nueva reunión de la Alianza del Pacífico, el presidente chileno Sebastián Piñera dijo que "hemos logrado grandes avances para asegurar una vacuna segura y eficaz, que esperamos poder tener a disposición y empezar a vacunar, partiendo por las poblaciones de riesgo, durante los próximos días o semanas".

En Uruguay, el país menos afectado por el coronavirus en toda Sudamérica, se aseguró 750.000 dosis -en una población de alrededor de 3,5 millones de habitantes- del fondo Covax, que es un fondo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que permite elegir entre un pool de vacunas. Pese a eso, las autoridades uruguayas consideran la vacuna de Pfizer, Moderna y la rusa Sputnik V -el canciller Francisco Bustillo viajó a Moscú el mes pasado-. El Gobierno de Luis Lacalle Pou se propone vacunar al 20% de la población en los primeros meses de 2021.

El presidente Piñera y su ministro de Salud, Enrique País.

En Brasil, en tanto, para acelerar los trámites, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), anunció este jueves que concederá autorización temporaria para el uso de emergencia de las vacunas. La Coronavac pedirá autorización la semana que viene y en San Pablo, por empuje del gobernador Joao Doria -enfrentado con Jair Bolsonaro- quieren empezar a aplicar las dosis el 25 de enero. El ministro de Salud de Bolsonaro, Eduardo Pazuello, dijo esta semana que negocia con Pfizer para comprar 70 millones de dosis.

El Gobierno apuesta a cerrar con la vacuna china que se produce en San Pablo como plan B

En Paraguay, el viceministro de Atención Integral a la Salud y el Bienestar Social, Julio Borba, anunció esta semana que las vacunas podrían llegar en el segundo trimestre de 2021.

En Colombia anunciaron que recién en 2022 vacunarán a quienes no son factores de riesgo o trabajadores esenciales, pero negocian con Pfizer para comprarles 10 millones de vacunas. Por el fondo Covax se aseguraron la vacunación de 10 millones de personas, programadas para llegar al país en el segundo semestre del año que viene.

El ministro de Salud de Ecuador, Juan Carlos Zevallos, anunció esta semana que esperan las primeras 50.000 vacunas de Pfizer en enero del 2021 para inmunizar a ancianos y personal médico, mientras que el resto de las vacunas llegarían a partir de marzo.