Guzmán descartó más ayuda de China y remarcó que en 2021 no va a haber ajuste

El ministro también negó que vaya a apurar el acuerdo con el FMI e insistió en que están los dólares para no devaluar.

Guzmán descartó pedir más asistencia financiera, ya sea de China como del FMI, en dos entrevistas que se publicaron este domingo. Al Financial Times le dejó claro que no quiere ni fondos frescos del organismo multilateral y que no tiene planeado apurar los plazos para cerrar un nuevo programa. A Página 12 también le aseguró que no profundizará el intercambio de monedas con China para fortalecer las reservas.

Para el ministro, el intercambio de monedas que se renovó este año ya es suficiente. Con el swap por 18.000 millones de dólares, más del 45% de las reservas internacionales del Banco Central ya están en yuanes. 

De esta forma, el ministro despejó expectativas sobre el posicionamiento del gobierno frente a sus dos posibles financistas en un contexto de nulo acceso a los mercados. De hecho, el mismo Melconian explicó este último jueves que el gobierno no pidió adelantar las tratativas con el Fondo Monetario y que hasta que no haya un pedido formal, el organismo va a seguir trabajando en una agenda que tiene fecha de cierre para marzo o abril.

El ex director del Banco Nación también señaló que las reservas netas del Banco Central estaban 650 millones de dólares en negativo por lo que Pesce está "metiendo la mano" para pagar las diferencias en el mercado de cambios, algo que Guzmán viene negando tajantemente y que, en su opinión, quedará totalmente descartado cuando el año que viene el Banco Central vuelva a tener posición compradora en el mercado, mientras el tipo de cambio sigue acompañando la inflación.

En ambas entrevistas el ministro repasó que el tipo de cambio no está atrasado y que los sectores relevantes de la economía no quieren una devaluación, como también salió a aclarar el presidente de la UIA en la previa a la 26° Conferencia Industrial. En consecuencia, explicó que la brecha es causa de los resabios del "carry trade" o bicicleta financiera de Sturzenegger y apuntó que trabajará para que se vaya reduciendo en el mercado del contado con liquidación ya que una devaluación sería desestabilizadora de la macroeconomía y socialmente muy dolorosa.

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Así y todo, no explicitó cuáles son los supuestos que lo hacen pensar que a partir del año que viene la presión de la demanda de dólares financieros, además de la de los fondos de inversión que apostaron al carry trade, va a ceder. "Es un tema que llevará tiempo resolverlo pero se solucionará", dijo a Página 12.

El otro supuesto crucial que el mercado no le cree a Guzmán es la inflación proyectada para el año próximo. Si la inflación no cede debajo del 30%, entonces los salarios y las jubilaciones no le ganarán a la inflación y, si no le ganan, difícilmente el descongelamiento de las tarifas no sea otra cosa que un ajuste, algo que el ministro descartó de plano.

Al Financial Times  Guzmán le remarcó que los ajustes en fases recesivas de la economía solo producen más recesión e inestabilidad y explicó que esa receta clásica no es la que usarán. En tanto que al medio local le detalló que lo que se mantendrá bajo control cercano es la tasa de ganancia empresaria para que puedan recuperarse los salarios y crezca el mercado interno para poder dinamizar el crecimiento. 

De haber rebote en la economía, los gastos extraordinarios por la pandemia -y también su financiamiento monetario- se reducen, los ingresos tributarios se incrementan y las cuentas nacionales logran una mejora sin que se incurra en ninguna medida de ajuste sobre el gasto no pandémico, el cual aseguró que crecerá.

De hecho, una de las grandes críticas que recibió del FMI Guzmán es que el gasto no pandémico en 2020 siguió en alza y trepó un 43%.