Especialistas piden a Sánchez un confinamiento estricto como en marzo: "lo otro son parches"
España sumó 52.188 nuevos contagios y 279 fallecidos tras el fin de semana. Son cifras que ya comienzan a recordar a las del mes de marzo y las medidas del Gobierno para enfrentarse de nuevo a la peor cara del virus no convencen a los expertos, que consideran que no serán suficientes para frenar con contundencia la segunda ola de Covid-19.
El Gobierno decretó este domingo un nuevo estado de alarma, que pretende alargar hasta el mes de mayo, y que impone un ‘toque de queda' entre las once y las seis de la mañana para todas las comunidades, salvo las Islas Canarias. Sánchez lo dejó claro: el objetivo es alcanzar una incidencia acumulada de 25 contagios por cada 100.000 habitantes. Pero, ¿es posible sin un confinamiento como el del mes de marzo? Los virólogos aseguran que no.
Sánchez impone toque de queda y quiere extender el estado de alarma hasta mayo
"Todo lo que no pase por un confinamiento riguroso son parches de convivencia", responde José Antonio López Guerrero, Director del grupo de Neurovirología de la UAM. Para él, las medidas adoptadas por el Gobierno "son puntos que el virus agradece para poder seguir transmitiéndose" porque "cuanto más laxos seamos con las medidas estrictas, más capacidad va a tener el virus para mantenerse en convivencia o incluso ganarnos la partida". López Guerrero insiste en que las medidas adoptadas hasta el momento se encaminan en la línea de "intentar convivir con el virus".
"La situación epidemiológica en la que estamos en casi toda España es de alto riesgo o riesgo extremo", señala. Y para atajarla "tendríamos que ir a confinamientos severos y quizás más largos de una semana, un par de semanas mínimo", explica López Guerrero a este medio. Un escenario que se quiere evitar a toda costa, y así lo ha reconocido este lunes Fernando Simón: "El confinamiento domiciliario es lo que más eficacia tiene. Pero tenemos que tener cuidado con el impacto secundario en otras actividades, que no es nada bueno. Es una de las medidas que hay que tratar de evitar".
Los expertos ofrecen entonces algunas soluciones alternativas. "Hay epidemiólogos que hablan de unos golpes duros, rotundos, pero breves". Se trataría de confinamientos de una semana, o hasta nueve días, que permitirían una ‘desconexión viral' del Covid-19. "Es una teoría que podría funcionar", señala López Guerrero, aunque no sin dejan de mencionar que "otros apuestan por toques de queda en momentos donde parece que más se podría transmitir el virus" e insistir en un encierro mínimo de dos semanas. Lo que está claro, dice López Guerrero, es que "la ‘desconexión viral' puede tener sus efecto, pero cuando pase el golpe no hay que volver a la normalidad, hay que seguir con las medidas". Así hasta que llegue la vacuna.
Ahora mismo la transmisión del virus en Europa "es insoportable", explica es especialista. Eso sí, Alemania marcaría la diferencia: mejores condiciones tecnológicas, más camas, más personal y más capacidad para hacer test. "Está a años luz de nuestra capacidad", reconoce el virólogo. El espejo más cercano en el que mirarnos estaría en Italia, donde se ha decretado un toque de queda desde las seis de la tarde ordenando el cierre de todos los establecimientos públicos. Si no como el italiano, España debería imponer según el experto, un toque de queda "similar al de París", que es efectivo a partir de las 21 horas.
El virólogo asegura que la exposición de los más jóvenes, "que llevan el virus a casa y lo transfieren", la convivencia intergeneracional o un mercado laboral con gente a partir de 55 años, ya en grupos más vulnerables y que "se siguen infectando", forman un caldo de cultivo que hace que "las medidas efectivas tendrían que ser claramente las que tienen que ser: un confinamiento estricto".