Narcotráfico

Narcotráfico: la detención de un general mexicano en California golpea al Pentágono y roza a Obama

El general Salvador Cienfuegos era cercano a militares clave del gobierno demócrata. El cambio que se inició con Trump.

La detención de Salvador Cienfuegos generó un verdadero tsunami en el círculo rojo de México. El nerviosismo abre incógnitas que por el momento no tienen respuesta: ¿Acaso los cargos por narcotráfico que enfrentará el general abrirán una "guerra sucia" entre los altos mandos de las Fuerzas Armadas Mexicanas? ¿Se destaparán más nexos entre las fuerzas y el crimen organizado?

Pero arresto de Cienfuegos en Los Ángeles no sólo genera impacto en México. También toca directamente a dos hombres de peso durante el segundo gobierno de Barack Obama, quienes a su vez coincidieron en funciones con el general mexicano cuando este despachaba en la Secretaría de Defensa Nacional de Enrique Peña Nieto.

Se trata de Chuck Hagel y Ash Carter, que fueron secretarios de la Defensa y del general Chuck Jacoby, que estuvo a cargo del estratégico Comando Norte. Ambos funcionarios avalaron en múltiples ocasiones las acciones de Cienfuegos en México.

En una audiencia en el Senado en Washington, en 2014, Jacoby llegó a decir que Cienfuegos tenía ideas "refrescantes" para la seguridad de América del Norte y visitó al general en tres ocasiones en la Ciudad de México. Hagel seguía un libreto muy similar y decía que Cienfuegos era un socio "confiable".

En octubre del 2016 Carter se reunió con Cienfuegos en Trinidad y Tobago y también lo llenó de elogios al decir que el general mexicano era clave para asegurar la estabilidad en Centroamérica.

Chuck Hagel junto a Salvador Cienfuegos.

Con el cambio de Gobierno en EU, en enero del 2017, algo ya cambió. Donald Trump eligió para el Pentágono a Jim Mattis, un estratega de las guerras en Medio Oriente. Este general condecorado, de estilo moderado, siempre privilegió la relación con Vidal Soberón, titular de la Semar antes que con Cienfuegos.

Una anécdota que se recuerda por estas horas en la cúpula militar. Mattis vino a México en septiembre del 2017. Con el entonces jefe de la Sedena despachó veinte minutos mientras que con Soberón estuvo dos horas y media a solas. Esa misma línea seguía John Kelly, otro militar que llegó a jefe de gabinete en la Casa Blanca de Trump.