Manzur enfrenta una grave crisis política por las presiones a un juez en favor de Bussi
Un escándalo de consecuencias imprevisibles en la política tucumana se desató luego de que se filtraran la grabación de una conversación entre un camarista penal y un juez de la Suprema Corte, designado por el gobierno de Juan Manzur, en el que se habla de dormir una causa por abuso sexual contra el legislador Ricardo Bussi.
Este domingo, La Gaceta reveló los audios presentados por el camarista Enrique Pedicone, que grabó in fraganti en un bar a Daniel Leiva, integrante de la Corte Suprema de Tucumán, a la que llegó empujado por el vicegobernador Osvaldo Jaldo, que maneja la Legislatura local.
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En la conversación, Leiva, le pide al camarista que "maneje la intensidad" de la causa para que "siga picando bajo" el expediente contra Bussi. Un pedido que el magistrado atribuye al gobierno de Manzur, con el que no duda en identificarse sin disimulos.
En efecto, Bussi pese a ser opositor es clave para el oficialismo no sólo en la legislatura tucumana, sino fundamentalmente porque divide a la oposición y asi favorece las chances del peronismo de permanecer en el poder, como está hace décadas.
De hecho, en las elecciones por la gobernación del año pasado, Bussi impidió un acuerdo de toda la oposición, aunque los casi 14 puntos que sacó no le habrían alcanzado a la radical Silvia Elías de Pérez para alcanzar a la dupla Manzur-Jaldo.
El legislador provincial, Ricardo Bussi.
"Ese espacio que nos es funcional", le dice Leiva a Pedicone en referencia al bloque de Bussi. "Hay un interés en que no se llegue al punto de que generamos algún elemento que habilite que al tipo lo tengan que detonar de adentro de la legislatura", agrega el magistrado.
"Juan -en relación a Manzur- también me dijo, estuve hablando con él el otro día y me dijo una cosa: que tenemos que ser cuidadosos en lo posible de mantenernos juntos... porque nosotros estamos con el gobierno y este espacio, yo hablo todavía como en primera persona, así es el tema, amigo", agrega Leiva, reconociendo que se siente parte del actual gobierno.
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El escándalo de Leiva no parece casual y en medio de acusaciones cruzadas en el oficialismo y la oposición, sugiere cierta descomposición del poder político de Tucumán. Dirigentes del PRO ya reclamaron las renuncias de Jaldo y de Leiva.
Esta polémica surge justo cuando en Tucumán se habla de que Manzur intentará reformar la Constitución para ir por su tercer mandato. El principal afectado con esa maniobra sería Jaldo, que quiere pelear por la sucesión de su ex compañero de fórmula.