Córdoba

En el pico de la pandemia, Schiaretti delega decisiones a los intendentes

El cambio de estrategia llega cuando los contagios rozan los 500 casos diarios.

 El desgaste por la pandemia también impactó en las relaciones políticas de los 426 intendentes del interior cordobés y el gobierno de Juan Schiaretti.

Frente a la prolongación de la cuarentena y a las diferencias de criterios que comenzaron a surgir entre los gobiernos locales y la Provincia, el mandatario cordobés resolvió transferirles a los municipios la responsabilidad final en la toma de decisiones. Así lo anunció esta semana.

"Hemos decidido que sean los intendentes quienes tengan la responsabilidad de tomar las medidas que se apliquen para reducir la movilidad. Ellos conocen la realidad de sus pueblos", dijo Schiaretti.

Ahora serán los intendentes quienes deberán definir cómo seguir en sus distritos asumiendo las consecuencias políticas en caso de no acatar las indicaciones que las autoridades sanitarias les siguen haciendo.

El cambio de estrategia llega justo cuando los indicadores locales marcan picos de contagios que, en las últimas 24 horas, rozaron los 500 casos. Según el propio ministro de Salud, Diego Cardozo, agosto fue el peor mes desde que arrancó la cuarentena.

La pandemia se descontrola en el interior pero el Gobierno descarta volver a la cuarentena dura

Durante la primera etapa, los jefes comunales -oficialistas y opositores- trabajaron de manera articulada con la Provincia, acatando cada una de las indicaciones dadas por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) central. Se trata del organismo interdisciplinario encargado de trazar la estrategia y acciones epidemiológicas de Córdoba, pero con terminal política en el despacho principal del Centro Cívico.

Sin embargo, en las últimas semanas, hubo fricciones con varias localidades cuyas autoridades manifestaron su desacuerdo con las disposiciones bajadas por el ente.

Hemos decidido que sean los intendentes quienes tengan la responsabilidad de tomar las medidas que se apliquen para reducir la movilidad. Ellos conocen la realidad de sus pueblos

Las medidas indicadas para aquellas zonas con focos activos de Covid-19, por lo general, suelen ser restrictivas mientras que, para las autoridades locales, ya no queda margen social ni económico para suspender nuevos rubros.

La imputación del intendente macrista de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa, por haber habilitado el comercio en su ciudad unas horas antes de lo que había dispuesto el COE, resultó un punto de inflexión. Además de transformarse en una puja política en la que intervino hasta la presidenta del PRO nacional, Patricia Bullrich, ese episodio volvió a poner en discusión un reclamo que varios intendentes ya le habían hecho al Gobierno en torno a las autonomías municipales.

Entonces vino un cambio de criterio: el COE dejó de imponer y pasó a sugerir qué medidas deberían seguir en cada localidad en función a su realidad sanitaria.

A diferencia de Santa Fe o Mendoza, Schiaretti no quiere retroceder de fase aún cuando los números estén en pleno ascenso. La estrategia para evitar una vuelta generalizada en toda la provincia, es sectorizar y contener los focos de contagios con cordones sanitarios que arrancan siendo estrictos y terminan flexibilizados.

Por eso, la recomendación que hizo esta semana el COE a ciudades grandes como Río Cuarto, Carlos Paz, Río Tercero, Jesús María, Alta Gracia, entre otras, para cerrar los servicios no esenciales entre las 19 y las 6, recibió amplio rechazo. Incluso, en la mayoría de los municipios ese pequeño gesto de "rebeldía" fue aplaudido por los vecinos del interior.