China

Solá negocia con China cláusulas para acotar el riesgo sanitario y ambiental de las fábricas de cerdos

Cancillería espera firmar el memorándum en noviembre, durante la Feria Internacional de Shanghái.

A partir del avance del acuerdo con China para la instalación, en el territorio nacional, de más de 20 mega granjas de criaderos de cerdos destinadas a la exportación de carne porcina al gigante asiático, distintas agrupaciones ecologistas se pusieron en alerta ante el riesgo ambiental que significa la producción ganadera a gran escala, temores agravados por el surgimiento del Coronavirus.

En consecuencia, el gobierno decidió incluir en el memorándum de entendimiento con China artículos donde queden expresamente definidas las normas de preservación del medio ambiente aunque, aclararon a LPO desde Cancillería, las leyes vigentes argentinas son lo suficientemente rigurosas para evitar daños en el entorno donde se instalarán las granjas.

¿Por qué China necesita poblar Latinoamérica de granjas de cerdos?

"Argentina es reconocida en todo el mundo por sus políticas en normativa de protección medioambiental pero por el rechazo que generó en algunos sectores urbanos que desconocen el funcionamiento de las granjas, se decidió establecer un artículo en el memorándum que lo haga explícitamente", explicó a LPO, una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores que conduce Felipe Solá.

 Argentina es reconocida en todo el mundo por sus políticas en normativa de protección medioambiental pero por el rechazo que generó en algunos sectores urbanos que desconocen el funcionamiento de las granjas, se decidió establecer un artículo en el memorándum que lo haga explícitamente 

De hecho, el presidente Alberto Fernández le dedicó unos renglones al tema ecológico cuando este lunes anunció el resultado de canje de la deuda externa: "Vamos a hacer todo lo posible para que la producción en Argentina sea cada vez menos contaminantes", afirmo.

Cancillería confía en alcanzar un acuerdo con China para noviembre y rubricar el memorándum de entendimiento en la Feria Internacional de Shanghái, donde Argentina es invitada de honor.

Protesta de la izquierda en La Plata, contra la instalación de las granjas de cerdos.

Es que en caso de que las megagranjas no se instalen en el país, China podría mudar el proyecto a Brasil o Paraguay generando una doble pérdida; por un lado, una inversión que ronda los 3.500 millones de dólares y empleo directo para unas 9 mil personas y por el otro, que el impacto ambiental que se genere en los países vecinos repercuta igualmente en territorio argentino sin poder hacer control de daños.

Felipe Solá quiere que Argentina se convierta en la mayor fábrica de cerdos del mundo para China

Además, aclaran desde el oficialismo, que países como Alemania o Dinamarca cuentan con establecimientos similares a los que se instalarían en Argentina; granjas porcinas de circuito cerrado que abarcan toda la cadena, desde la producción agrícola para la elaboración del alimento balanceado hasta el procesamiento en frigorífico mientras que los desechos se destinan a la generación de biogás para los criaderos y compost orgánico.

Si las granjas no se instalan en el país, China podría mudar el proyecto a Brasil o Paraguay generando una doble pérdida: por un lado, una inversión de 3.500 millones de dólares y empleo para  9 mil personas y por el otro, que el impacto ambiental en los países vecinos repercuta en territorio argentino sin poder mitigarlo.

Por otra parte, el especialista en ganadería y actual secretario de Agroalimentos del gobierno de Santa Fe, Jorge Torelli, explicó a LPO detalles de la producción porcina a gran escala que, al contrario de lo que se suele afirmarse desde el sentido común, requieren de estrictas medidas de bioseguridad y bienestar animal.

Torelli explicó que la bioseguridad en estas grandes granjas opera en un camino de doble carril donde se controla rigurosamente que no salgan enfermedades pero que tampoco entren, que es el principal riesgo.

Tal es así, que el problema que enfrenta China con la fiebre africana y que obligó a aplicar un cordón sanitario sacrificando a 150 millones de cerdos, comenzó en unidades productivas familiares y luego se extendió a las granjas de alta eficiencia. Es que en el país oriental, la cría de aves y cerdos de "traspatio", como se los denominan a los corrales domésticos, es una práctica muy común y no cuentan con las normas sanitarias que dominan en la industria.

El primer ministro de China, Xi Jinping.

"Hoy rige un nuevo paradigma del cual vamos a empezar a escuchar más a menudo: ‘Un mundo una salud' y no se habla de salud pública y sanidad animal porque es evidente que hay vectores del hombre que se transmiten al animal y viceversa, como vino a reconfirmar la pandemia de coronavirus", sostuvo Torelli.

"La visión de los epidemiólogos no es ver la enfermedad de los hombres y la de los animales por separado sino como un mismo ecosistema", agregó el secretario de Agroalimentos de Santa Fe.  

  Hoy rige un nuevo paradigma: ‘Un mundo una salud' y ya no se habla de salud pública y sanidad animal porque es evidente que hay vectores del hombre que se transmiten al animal y viceversa, como vino a demostrar la pandemia de coronavirus

El otro punto crítico que denuncian los ambientalistas es el del maltrato animal que en el caso de los cerdos, por ecuación económica, el estrés debe reducirse a la mínima expresión: para lograr carnes de calidad y evitar mortandad durante la cría, es fundamental el menor nivel de estrés posible, explicó el especialista.

Desde otra óptica, sectores ligados al campo como Pedro Peretti, plantean un "modelo autóctono de chacra mixta" donde la producción porcina no se concentre en mega granjas sino que se distribuya en distintas provincias a través de pequeños y medianos chacareros en unidades productivas más chicas de hasta 200 madres.

Exclusivo: La estrategia de Perotti para que Santa Fe participe del negocio de los cerdos con China

Desde Cancillería, explicaron que este esquema sería inviable porque lo que busca China es un stock constante, de una magnitud tal que para responder a la demanda con la calidad y los controles sanitarios que se requieren podría poner en riesgo el negocio. Además de que el gobierno oriental busca tener unos pocos interlocutores para hacer más dinámica la provisión.

Por otro lado, otro de los temas fundamentales del acuerdo fue la condición de que en el plan de inversiones puedan participar capitales nacionales, requisito que fue incorporado a pedido del gobierno argentino.

El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti y su ministro de Producción, Daniel Costamagna.

En ese sentido, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, parece haberse adelantado a la discusión y analiza un esquema asociativo entre pequeños y medianos productores de la provincia para que puedan sumarse al proyecto.

El mandatario viene tejiendo vínculos estrechos con China y no quiere quedar ajeno al plan de las megas granjas y para ello instruyó al gabinete de Producción para que apunten los beneficios en infraestructura ferroviaria, vial y puertos con los que cuenta el territorio que gobierna, como publicó este portal.

Ante la consulta de LPO a Cancillería sobre las posibilidades de que Santa Fe pueda convertirse en destino de algunas de las más de 20 unidades productivas que se pretenden levantar, no lo descartaron aunque explicaron que la idea es poder llevar estos emprendimientos a las provincias más postergadas del norte del país para darles a sus pobladores alternativas de trabajo y futuro y evitar que tengan que migrar a las zonas urbanas que en el caso de Buenos Aires ya se está conformando un cuarto anillo.