Coronavirus

Murió otro dirigente social en la villa 31 y se contagió su hijo: estaban sin agua

Agustín Navarro tenía 57 años, trabajaba en un merendero de Barrios de Pie y en su casa estaban sin agua. Su hijo dio positivo y su familia espera a que le hagan los hisopados.

Otra muerte golpea a la villa 31. Agustín Navarro, coordinador de uno de los merenderos de Barrios de Pie, falleció este lunes por la mañana a su 57 años por coronavirus. Se contagió su hijo y el resto de la familia está en observación. En su casa están sin agua hace semanas.

"Lamentamos comunicar que en el día de la fecha falleció nuestro compañero Agustín Navarro, coordinador de un merendero de nuestro movimiento en el Barrio Padre Mugica de la villa 31 de Retiro", escribió en su muro de Facebook Daniel Menéndez, coordinador nacional Barrios de Pie/SOMOS y subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de la Economía Social.

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Navarro había sido aislado primero en un hotel de Recoleta porque su cuadro era leve y el jueves fue derivado al hospital Ramos Mejía tras una complicación en su estado de salud por tener antecedentes respiratorios. "Al momento de ingresar el centro de salud, los médicos a cargo evaluaron su situación y resolvieron su internación inmediata en la Terapia Intensiva para pacientes con Covid-19 donde fue atendido y monitoreado de manera permanente", aclararon desde el Ministerio de Salud de la Ciudad.

La familia vive esto con mucha angustia. Nosotros les llevamos comida y elementos de limpieza, pero hace falta que les hagan los tests y los lleven a un hotel donde no les falte nada. A muchos de los nuestros tuvimos que llevarles viandas a los hoteles.

"Mi hermana fue hoy a llevar el DNI de Agustín al Ramos Mejía porque su familia está aislada y no puede salir. Lo necesitan para hacer los trámites para cremarlo en Chacarita", contó con tristeza a LPO Walter Córdoba, compañero de militancia de Agustín quien elige recordarlo como "una persona solidaria, comprometido, que organizaba ollas populares para gente en situación de calle y luchaba por la creación del polo educativo acá en el barrio".

"La familia vive esto con mucha angustia. Nosotros les llevamos comida y elementos de limpieza, pero hace falta que les hagan los tests y los lleven a un hotel donde no les falte nada. A muchos de los nuestros tuvimos que llevarles viandas a los hoteles también", agregó Córdoba.

De forma preventiva, todos los que convivían con él, su mujer Rita, su hija Vanesa, su yerno y sus tres nietos, quedaron aislados en su casa en la villa 31 a la espera de los testeos, sin agua. Verónica, otra de sus hijas, está aislada en un hotel y estaba esperando que le den el alta. El hermano de Verónica -que fue testeado el 22 de mayo- sí dio positivo, pudo saber LPO.

Un vecino d ela villa 31.

Los protocolos de Nación exigen esperar siete días desde la confirmación de un caso para testear a sus convivientes, por lo que este martes se les va a hacer el hisopado aseguraron a LPO desde el Gobierno de la Ciudad. Si presentaran casos leves, pasarían el resto de la evolución de la enfermedad en un hotel y si fueran más severos, se los hospitalizaría en áreas específicas para pacientes con Covid-19, agregaron las fuentes de la Ciudad.

El fallecimiento de Navarro se suma al de otra referente social, Ramona Medina, y al de otras 21 personas de los barrios vulnerables, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Salud porteño, sobre un total de 189 decesos en la Ciudad. De 5.500 casos confirmados, casi la mitad son en la villa 31 de Retiro y en la 1-11-14 del Bajo Flores.

El fallecimiento de Navarro se suma al de otra referente social, Ramona Medina, y al de otras 21 personas de los barrios vulnerables, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Salud porteño, sobre un total de 189 decesos en la Ciudad.

Desde las agrupaciones barriales ya habían hecho un mapeo de la villa 31 antes de que empezara el programa Detectar y habían identificado a las personas de riesgo. De esta forma, acercaron a más del 70% de los que dieron positivo dentro del programa, pusieron sus centros a disposición de la Ciudad para llevar adelante la vacunación contra la gripe y por eso piden que se democratice el diseño de las políticas sociales, para conseguir mejor llegada a los vecinos.

La muerte de Navarro, quien a diario atendía el merendero Otti en el que toman la leche más de 50 chicos, vuelve a poner de relieve la situación crítica que enfrentan los vecinos de los barrios más carenciados de la Ciudad y del Conurbano. Con condiciones habitacionales precarias y con limitadas posibilidades alimentarias, están prácticamente inhabilitados de mantener el distanciamiento social. La falta de agua agrava las cosas porque es insumo esencial para mantener la higiene. A fines de abril, el barrio se quedó sin agua, en medio de una polémica entre AYSA y el gobierno porteño. Desde la empresa aclararon a LPO que el barrio tiene agua, pero esta llega hasta la puerta de las casas y es el gobierno porteño el que debe hacer las obras internas.

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"Hasta este viernes las 3 manzanas del fondo estaban sin agua. Es intermitente. Tienen agua un rato después se corta y no sabés cuándo vuelve", aclaró Córdoba.

"La situación en los barrios populares es muy compleja y preocupante. Con el avance de la pandemia, somos los militantes sociales quienes día a día ponemos el cuerpo. En los barrios vulnerados con el hacinamiento y la falta de agua se hace muy difícil la protección y el aislamiento. Por eso es urgente reforzar la asistencia alimentaria y sanitaria de un Estado presente", agregó Menéndez.

El centro d ela Villa 31 de Retiro.

"Siempre trabajamos con las agrupaciones barriales, nos han dado una ayuda gigante en este operativo y en otros también", reconocen desde la Ciudad y aclaran que desde Desarrollo Humano les seguirán llevando agua hasta tanto se regularice el suministro. Además, aseguraron que continúa el refuerzo de la seguridad alimentaria, la entrega de elementos de limpieza, la cloración de las calles y pasillos internos de los barrios, la desinfección de la vía pública y el traslado de las personas más vulnerables, adultos mayores y personas con enfermedades acompañantes, a lugares de resguardo.

A su vez, en el Ministerio de Salud porteño indicaron que con las organizaciones barriales identificaron a las manzanas con mayor probabilidad de contagios y que ahora resta seguir avanzando en el resto y ampliando los tests a los allegados de los positivos para encontrar nuevos casos. Desde mañana, este operativo que ya está en curso en la 1-11-14, la 21-24 y la 15, desembarcará también en barrio 20 y se irán sumando nuevos puntos de manera progresiva de acuerdo a la evolución de la curva de contagios de cada uno.

"La búsqueda activa ‘puerta a puerta' de casos sospechosos o contactos estrechos en barrios vulnerables impacta en la cantidad de positivos ya que se está actuando directamente en los focos de contagio. Esta política pública es la que más ha resultado en el mundo junto con el distanciamiento físico, que en los barrios populares resulta más difícil", aseguraron las fuentes.