Los 750.000 madrileños inmunizados, el 'escudo' que contiene un rebrote

 Madrid se convirtió en el epicentro de la crisis sanitaria del coronavirus en España y en Europa, una vez que la península superó a Italia como el país de la unión con mayor número de casos. 

Dos meses después, Madrid empieza a ver la luz. A pesar del ligero repunte de nuevos positivos este martes, la curva de contagios en la región mantiene un descenso estable desde el 2 de mayo, día en que comenzó la desescalada de restricciones y el desconfinamiento de la población, con salidas permitidas para hacer deporte o dar paseos en las calles de 7 a 10 de la mañana y de 8 a 11 de la noche. 

Una circunstancia que los técnicos de Sanidad consultados por LPO vinculan a tres factores fundamentales: el número de madrileños ya inmunizados contra el Covid-19, el aumento de las temperaturas y el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social.

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A pesar de ello, la Comunidad no fue autorizada, de momento, a pasar a la Fase 1 de desescalada, que permite, entre otras cosas, la apertura generalizada de los locales, establecimientos comerciales y de las terrazas de los bares. Una decisión, adoptada por el Ministerio de Sanidad, que según las fuentes consultadas, responde más "al déficit de profesionales de atención primaria y de camas UCI" ante un posible rebrote que a la "evolución misma de la epidemia", ya que "no ha habido un aumento significativo de los contagios a pesar del inicio del desconfinamiento".

La región de hecho, "ya está en disposición de avanzar en la desescalada", como aseguró el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad de España, Fernando Simón. Desde el Ministerio se empieza a dar por hecho que tanto Madrid como Barcelona, finalmente pasarán el próximo lunes a la deseada Fase 1. Los técnicos de Sanidad consultados por LPO afirmaron que ahora "sí se dan las condiciones" para la apertura.

Madrid alcanzó entre su población un nivel de inmunidad al Cobid-19 que duplica la media de España, con más del 11 por ciento de la población que pasó por el virus. Muy lejos del 60 por ciento que la teoría fija como meta para alcanzar la "inmunidad de rebaño", pero al parecer determinante para evitar que pese a la apertura se haya producido un rebrote.

De los tres factores señalados al inicio, las fuentes consultadas destacan como "dato significativo" que Madrid haya alcanzado un nivel de inmunización frente al virus que duplica la media nacional. En ese sentido, recuerdan que las primeras conclusiones del estudio de sero-epidemiología para determinar cuántos españoles generaron anticuerpos frente al Covid-19 apuntan que la prevalencia estimada a nivel nacional es del 5%, mientras que en la Comunidad de Madrid ese porcentaje se multiplica, hasta alcanzar al 11,3% de los habitantes de la región.

Con esa estimación en la mano, los técnicos contactados por LPO apuntan que hay ya 750.000 madrileños que superaron el coronavirus y generaron anticuerpos contra la enfermedad. Una porción de población todavía pequeña, teniendo en cuenta que según el último informe del Instituto Nacional de Estadística en la región viven 6.642.000 personas y que para conseguir la llamada "inmunidad de rebaño" es preciso que cerca del 60% de la población haya generado anticuerpos, pero que permite a Madrid "tener un mejor escudo frente al virus que el resto de comunidades autónomas".

Y agregan que ese escudo "ha permitido que el virus no avance como en febrero", a pesar del inicio del desconfinamiento, lo que consideran "un gran síntoma" para seguir reduciendo, pese al fin de las restricciones, el índice de contagiosidad. Además, admiten las fuentes consultadas, el inicio de la desescalada con la llegada del calor -Madrid orilla temperaturas de 30 grados- se convirtió también en un aliado: "Existen informes, en diferentes comunidades autónomas, que indican que el calor frena la propagación del virus. Y eso se está empezando a notar al fin en Madrid", señalan las fuentes consultadas.

Existen informes, en diferentes comunidades autónomas, que indican que el calor frena la propagación del virus. Y eso se está empezando a notar al fin en Madrid.

Tal y como se informó en estas páginas, el inicio del desconfinamiento coincidió con la primera semana del año en la que la Comunidad alcanzaba los 30 grados de temperatura. "Es evidente que vamos hacia el verano, y eso está siendo ya un factor determinante", agregan las fuentes consultadas.

Por último, los técnicos insisten en poner en valor el cumplimiento de las medidas de distancia social, una condición "indispensable" para lograr que el número de contagios siga descendiendo. "El distanciamiento social está resultando clave, muy efectivo. Primero había que frenar al virus limitando al máximo el contacto humano con el confinamiento. Ahora hemos empezado una nueva etapa, en la que se puede interactuar pero a dos metros de distancia, y usando mascarillas. Si seguimos cumpliendo como hasta ahora, el virus cada vez se propagará menos y se debilitará. No hay que relajarse, aunque se vayan rebajando las restricciones".