Coronavirus

Bolsonaro lanza una campaña para sabotear la cuarentena dictada por los gobernadores

"Brasil no puede parar", es el lema del presidente para llamar a las empresas a retomar la actividad, a pesar de las advertencias y el crecimiento de los casos.

Jair Bolsonaro respondió a la rebelión de los gobernadores lanzando una campaña publicitaria para sabotear la cuarentena, a pesar del crecimiento de los casos de coronavirus.

La campaña se llama "Brasil no puede parar" y apunta a que las empresas y comercios retomen la actividad y los ciudadanos vuelvan a las calles. Se trata de una escalada en el enfrentamiento con losgobernadores y especialistas de salud.

 Un video mostrando a brasileños de todas las profesiones y clases sociales fue utilizado para sostener el discurso de Bolsonaro de eliminar las cuarententas, mientras el propio Ministerio de Salud advirtió ayer que se espera un abril "tormentoso", en alusión a que el mes que viene será el mayor pico de casos de coronavirus.

Entidades de camioneros y empresarios de ultraderecha en varias ciudades de Brasil realizaron en la noche del jueves protestas con sus vehículos pidiendo abrir comercios: una de las más divulgadas fue una manifestación en la avenida costanera de Balneario Camboriú, en Santa Catarina.

Para este fin de semana fueron convocadas protestas en vehículos en casi todas las capitales por parte de grupos bolsonaristas que defienden la posición del mandatario de aislar apenas a las personas de grupos de riesgo.

Los gobernadores de Brasil acuerdan ignorar a Bolsonaro y llaman a respetar la cuarentena

El presidente viene realizando convocatorias a la población para no entrar en "pánico" calificando de "gripecita" al coronavirus, que hasta ayer, a un mes del primer caso, había matado a 77 personas, según los registros oficiales. El número de los positivos rozaba los 3 mil hasta el jueves.

El mandatario rompió con gobernadores aliados pero está usando la maquinaria pública del gobierno central para convencer a algunas ciudades, como la capital de Río de Janeiro o estados frágiles como los amazónicos Rondonia y Roraima, de reanudar actividades, en contra de las recomendaciones de las secretarías estaduales de Salud.

El presidente se enfrenta a los gobernadores que declararon cuarentena, sobre todo a lo de los estados que concentran la mayor cantidad de enfermos, Río de Janeiro y San Pablo.

Bolsonaro fue derrotado anoche en el Congreso: su propuesta de dar 200 reales (41 dólares) a los trabajadores informales fue modificada por la Cámara de Diputados, que dio media sanción a una ayuda de 600 reales (120 dólares) que se extenderá a 1.200 reales (240 dólares) para madres jefas de hogar.

El gobierno aún no oficializó su paquete de ayuda luego del escándalo generado el lunes, cuando Bolsonaro publicó por decreto y -luego retiró- que los empresarios podían dejar de pagar sueldos por cuatro meses al trabajador, que tampoco no recibiría compensaciones del Estado.