Salarios

Por la falta de recursos, muchas provincias buscan desarmar las cláusulas gatillo de los acuerdos salariales

Alberto Fernández aseguró que no estaba de acuerdo con esa modalidad de actualización salarial y varias provincias lo acompañaron con aumentos de suma fija.

Con 53,8% de inflación anual y la recaudación que no llega a igualar el ritmo de la inflación, a las provincias se les complica para pagar los sueldos. Por eso la Casa Rosada se convirtió en un desfile de gobernadores en busca de Asignaciones del Tesoro Nacional (ATN) con los que cubrir los salarios a los que se les suma a partir de enero y marzo los pagos de las cláusulas gatillo. Por ejemplo, en Tucumán aseguran que la falta de presupuesto para obras que morigeren las inundaciones de todos los veranos obedece a que están destinando la totalidad de los recursos al pago de salarios y de los aguinaldos -que se hizo con cierta demora por falta de fondos-.

Sin embargo, hasta el momento Tucumán es una de las pocas provincias que acordó la aplicación de la "cláusula gatillo" para equiparar los salarios con la inflación, pero no el adelantamiento de la paritaria 2020 con un piso de $4000 como hizo la Nación. Cabe recordar que el pago de la última cuota de 2019 en esa provincia fue suspendido por decreto y el año pasado solo se abonaron los dos primeros ajustes.

Por el contrario, en San Juan, resolvieron acompañar a la decisión nacional de suspender la aplicación de la cláusula gatillo y su reemplazo por ajustes de suma fija con lo que avanzar en la recomposición salarial, pero sin indexación, en los términos en los que lo plateó el ministro Moroni.

Con un costo de $208 millones, Sergio Uñac se sumó a Alberto Fernández al igual que las provincias de Misiones y Buenos Aires, para el pago de un aumento de $4000 a cuenta de las paritarias de 2020, pero no avanzará con la cláusula gatillo correspondiente a la paritaria 2019. Su ministra de economía, Marisa López, aclaró que estos $208 millones están dentro de la partida presupuestaria destinada para los haberes de este año, la cual prevé una suba del 30%, en línea con el cálculo de gastos y recursos de la provincia.

Cabe aclarar que para los empleadores del sector privado no es posible (las empresas deberán pagar la cláusula gatillo correspondiente a la negociación del año pasado que se dispare entre enero y marzo además del aumento por adelantado de $4000 correspondiente a la próxima paritaria).

Otras provincias no tomaron una decisión al respecto. Tal es el caso de la provincia de Mendoza donde Rodolfo Suárez no decidió ni sumarse al adelanto de la paritaria ni otra forma de renegociación de la cláusula gatillo. LPO consultó a su gabinete y le aseguraron que "Todavía no se define qué se realizará. Aún no comienzas las paritarias".

Similar es el caso de la provincia de Buenos Aires. Si bien Axel Kicillof ya adelantó que dará el aumento de $4000, con un costo de $2.000 millones para las finanzas provinciales, no definió si respetará el límite de $60 mil de salario bruto para los beneficiados o si será más estricto para que el costo no se escape. Y tampoco definió si respetará la cláusula gatillo de la paritaria que cerraron Baradel y María Eugenia Vidal o si lo respetará pero también a cuenta de la paritaria de 2020.

Por su parte, la Ciudad de Buenos Aires ya aseguró que va a actualizar los salarios en enero por un 16%. Funcionarios de Larreta aseguraron que este aumento no es por la aplicación de una cláusula gatillo automática, sino una revisión programada por la negociación salarial del año pasado que constituye pata la mayoría de los estatales porteños un aumento mayor a los $4000 que tendrán los funcionarios nacionales.

La más complicada es la provincia de Chubut, donde los estatales terminaron de cobrar el aguinaldo entrado enero y gracias a una asistencia del gobierno nacional de $1.000 millones. Arcioni, que  aun no terminó de pagar el sueldo de diciembre, aseguró que durante 180 días los estatales no iban a tener un aumento. En 2019 Arcioni acordó un aumento del 40% y solo pagó un 6%.