Transición

Macri se despidió pero no abandona el liderazgo del PRO: "Esto recién comienza"

El Presidente saliente prometió una "oposición constructiva", pero apuesta a la polarización.

Mauricio Macri encabezó su acto de despedida a dos días de dejar el poder. La convocatoria fue menor a la de la autodenominada "marcha del millón" que en octubre pasado logró reunir a una multitud, pero alcanzó para llenar la Plaza de Mayo. "Esto recién comienza", avisó el Presidente.

"Hay gato para rato" y "la queremos presa" fueron algunas de las canciones que entonaron los militantes llegados a Plaza de Mayo. El acto comenzó con una hora de demora.

Alberto se reúne con Larreta y se aleja de la polarización extrema de Macri

El Presidente cantó el Himno desde el balcón de la Casa Rosada junto Juliana y Miguel Pichetto, su acompañante en la fórmula presidencial. Luego salió a la calle, saludó al público que lo esperaba pegado a la valla y habló desde un escenario 360 grados.

"No tenemos que estar angustiados por lo que viene, será un paso más de aprendizaje hacia ese futuro de crecimiento que todos queremos. Es una inmensa alegría ver que juntamos tantos argentinos que quieren cambiar el país para siempre. Cada vez somos más los que vemos las cosas de otra manera", arengó.

"Defender a la Argentina si uno quiere intentar abusar. Le quiero decir al presidente electo que él puede confiar que después de mucho tiempo va a encontrar una oposición constructiva y no destructiva", dijo.

En su discurso ponderó los cambios en la Justicia y aseguró que la fuerza que encabeza defenderá "la República".

Si bien luego de la derrota en las Paso todo parecía encaminarse a un cambio de liderazgo en el partido amarillo, la levantada en las generales de octubre le abrió las puertas a Macri para pelar la conducción del PRO con Horacio Rodríguez Larreta.

En sus apariciones públicas desde la derrota final, se vio a un Macri mucho más suelto en sus gestos y discurso. Eso hizo pensar en que continuaría en la arena política frente a la posibilidad de partir rumbo a Italia o España, como dejaron correr desde el entorno del Presidente.

Esas novedades parecieron alterar los planes de Larreta. El alcalde capitalino es un exponente mucho más moderado frente a la polarización y esperaba que el próximo presidente del partido reflejara ese espíritu. En cambio Macri logró imponer a Patricia Bullrich como titular del PRO.

En el radicalismo también miran la interna amarilla. Aseguran que Macri no es dueño del 40% de votos obtenidos en octubre sino que tendrá que disputar el liderazgo con Alfredo Cornejo o Gerardo Morales, las cabezas del centenario partido.

La marcha de la economía argentina será determinante para ponderar la suerte de Macri. Si se profundiza la recesión o ante una disparada inflacionaria, se agigantará la figura del ex titular de Boca Juniors. Aguas calmas harán que su regreso a los primeros planos de la política sea más complejo.

Una parte de ese 40% que apoyó a Macri en los últimos comicios está fuertemente polarizado y podría salir a las calles con un cacerolazo o con una forma similar de protesta ante el menor chispazo. Desde el campo ya avisaron que cortarán las rutas en caso de que se reinstalen las retenciones.

En el peñismo imaginan que su líder político era una especie de "embajador itinerante" del PRO por el mundo. El presidente saliente no desembarcará en la Fundación Pensar sino que encabezará otro dispositivo. "Podría ser una ONG", confiaron cerca del jefe de gabinete.