Mercosur: Macri y Bolsonaro aprovecharon la crisis de Bolivia para presionar a Alberto
A cinco días de dejar la presidencia, Mauricio Macri le pidió a Alberto Fernández que reconozca a Jeanine Áñez como la presidenta legítima de Bolivia, una definición que el actual gobierno evitó.
El mandatario realizó el pedido durante su intervención en la 55° Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur, que se realiza en la ciudad brasileña de Bento Gonçalves, en el estado de Río Grande do Sul. Se trata de la última actividad internacional de su gestión.
Macri, que no invitó a Fernández ni nadie de su equipo a la cumbre de Brasil, le pidió a su sucesor que "oficialice la labor" de Áñez como "presidenta a cargo" de Bolivia, al valorar su "respuesta y responsabilidad" durante el conflicto desatado por el golpe de Estado a Evo Morales, que el actual gobierno argentino no consideró tal.
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Los dichos de Macri son el primer reconocimiento del gobierno argentino a Áñez, a quien hasta ahora consideraba "autoridad a cargo". No obstante, se descarta que Fernández pueda seguir ese camino
Macri resaltó su "convicción" de que "los problemas en democracia se resuelven con más democracia y más diálogo", al advertir que "en estos tiempos de convulsiones y tensiones de la región, no debemos dar por sentado aquello que tanto nos costó conseguir".
"Unas nuevas elecciones son la única forma de canalizar la voluntad del pueblo boliviano", agregó.
Sobre este punto, la canciller boliviana Karen Longaric, enviada de Áñez a la cumbre, prometió comicios "libres y transparentes" y ofreció al Mercosur que actúe como observador de todo el proceso. La canciller de Bolivia tuvo un cruce con la vicepresidenta uruguaya, Lucía Topolansky, mujer del mítico ex presidente "Pepe" Mujica, que está a cinco días de dejar el cargo, ante la asunción de Pedro Lacalle Pou, un dirigente de centroderecha que terminó con quince años en el poder del Frente Amplio.
"Esta reunión se realiza en un contexto regional preocupante y en momentos en que son varios los países de la región sacudidos por protestas, crisis económicas o políticas y hasta golpes de Estado", dijo Topolansky frente a los otros presidentes que, aún con matices, están todos situados en el arco de la derecha.
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"¿Cómo podría describirse la situación como golpe de Estado si la Asamblea Legislativa continúa funcionando ininterrumpidamente y recientemente ha aprobado la convocatoria de elecciones? En Bolivia no hubo un quiebre de las constitucionalidad, la renuncia de los autoridades se debió a marchas pacíficas", le respondió la canciller de Bolivia a la uruguaya Topolansky.
El anfitrión Bolsonaro fue más directo y en un mensaje que pareció dirigido a Alberto Fernández afirmó que "el Mercosur no puede aceptar retrocesos ideológico".
En sintonía, Macri expresó su solidaridad con el pueblo venezolano frente al "atropello" llevado a cabo por Nicolás Maduro e instó a los países del Mercosur a "seguir batallando juntos para restablecer la democracia".
Sobre el futuro del bloque, el mandatario argentino pidió apostar por un "Mercosur ampliado", a través de un diálogo con los "socios regionales".
Macri también repasó los avances conseguidos por el Mercosur en los últimos años y citó el acuerdo comercial con la Unión Europea, "una hoja de ruta a partir de la que podemos progresar y mejorar nuestro intercambio".