Banco Central

La tasa cayó cinco puntos en una semana y ya roza el piso del 63% que fijó Sandleris

El desarme de las Leliq se trasladó rápidamente y preocupa a los bancos al quedar muy cerca de las proyecciones de inflación interanual.

El mercado demoró solamente una semana en llegar al nuevo piso de tasa fijado por el Banco Central para el mes de noviembre. De esta manera, en estos pocos días, la misma pasó del 68% que regía como límite en octubre al 63,07% que arrojó el promedio de corte de la última licitación de este viernes.

Como explicó LPO, Sandleris provocó un fuerte desarme de Leliq al dejar de contemplarlas como parte de los encajes de los bancos, lo que está incentivando una rápida baja de tasas, ya que los bancos trasladan esta menor ganancia a los depósitos de los ahorristas.

Es por eso que para evitar un escenario de tasas negativas en términos reales que impulsen una salida de depósitos al dólar paralelo, el Central fijó este nuevo piso que intenta dar cierta previsibilidad por lo menos durante este mes.

El Central fijó un piso de tasa del 63% para evitar una salida de depósitos al dólar "blue"

La decisión sorprende porque es la primera vez en toda la gestión Macri que frente a un período de suba de los precios el Banco Central no sólo no sube la tasa, sino que la baja. Se trata de una estrategia que nunca dio resultado en términos de baja de la inflación y sugiere que el verdadero objetivo era dar incentivos para que los depósitos no se dolaricen.

Ahora que ya no existe ese temor por el cepo cambiario, aceleran la baja de tasas que llegó a tocar el pico de 86% a mediados de septiembre cuando se buscaba planchar al dólar en el marco de la campaña electoral.

El desarme de las Leliq agrava la situación de los bancos españoles

La dirección fue elogiada por Domingo Cavallo, quien sin embargo criticó no haberla adoptado antes, dado que consiste en "un virtual subsidio" a los bancos que obliga al Banco Central a emitir más dinero.

Para las entidades genera mucha preocupación que este sendero se profundice en el próximo gobierno -como prometió Alberto Fernández- y termine con su principal negocio.