Provincia

Vidal busca condicionar a Kicillof y peleará por la vice y la doble firma en la Legislatura

La Gobernadora está decidida a hacer del congreso bonaerense la base de su poder político. La maniobra es clave para contener a su armado.

María Eugenia Vidal está decidida a pelear por la vicepresidencia de la poderosa Cámara de Diputados y hacer de la Legislatura la base de su poder político de cara a lo que viene.

La Gobernadora buscará imponer sus casi 40 puntos para apuntalar su poder y mantener unidas las distintas expresiones de Cambiemos en la Legislatura.

En el Senado, Vidal tendrá seis bancas más que el Frente de Todos (26 sobre 20). En Diputados el nuevo gobernador será la primera mayoría con 46 diputados (quizás repartidos en tres bloques: Unidad Ciudadana, peronismo y Frente Renovador) y Vidal tendrá un bloque de unos 43 (aunque se sabe que habrá algunas fugas).

Magario tendrá un Senado adverso y deberá negociar con Vidal

La Gobernadora quiere hacer valer ese capital y el momento es la elección de las nuevas autoridades, una negociación que arrancará en los próximos días para cerrarse el 10 de diciembre.

La estrategia de Vidal es emular la construcción de poder que hizo Sergio Massa en la provincia. Eso implica contener a un grupo de legisladores y con ellos plantarse en las negociaciones para asaltar lugares de poder en el complejo entramado del gobierno provincial.

El Consejo de la Magistratura, la Defensoría del Pueblo, el directorio del Banco Provincia, el Grupo Bapro, el Instituto de Previsión Social y varios organismos de control tienen asientos que corresponden a la oposición. "Sucede que ahora la oposición somos nosotros", dicen en Cambiemos.

Vidal reunió a sus diputados y aspira a liderar la oposición a Kicillof

La vicepresidencia es clave en el equilibrio de poder legislativo toda vez que en la Cámara Baja rige un sistema de doble firma en el que ningún expediente circula sin la firma del presidente y el vice.

Pero no se trata ocupar ese espacio a través de un acuerdo de gobernabilidad como hizo Massa en los dos primeros años de la gestión Vidal, o el grupo de intendentes que lidera Martín Insaurralde en los dos últimos. Por el contrario, se trata de pelear el control de la vicepresidencia porque Cambiemos tendrá en el Senado seis bancas más que el Frente de Todos y en Diputados apenas algunos menos. "El esquema es sencillo: sin nosotros, la Legislatura no funciona", dicen desde un despacho con llegada a Vidal.

Vidal apuesta a un operativo contención fuerte. Desde las primarias de agosto mantuvo con sus legisladores casi tantas reuniones como durante los pasados tres años y medio.

Es que la posibilidad de quedarse con la vicepresidencia y sumar lugares de poder suena tentador para varios legisladores con dos años más de mandato que desde agosto miran dónde reubicarse para hacer pesar su voto.

Acceder a la vicepresidencia le permitirá a Vidal canalizar las tensiones que aparecieron en el bloque tras el cierre de listas de junio. Se sabe que un sector de Cambiemos reniega de Alex Campbell, el funcionario que acumuló una fuerte porción de poder en las listas y a quien la Gobernadora quiere como jefe de bloque. El problema es que buena parte del bloque lo rechaza por haber ninguneado a los legisladores durante más de tres años.

En cuanto a los radicales, este martes mantuvieron una reunión en la capital provincial en donde le pusieron precio a su continuidad en Juntos por el Cambio.

Los legisladores de la UCR le reclamará a Vidal la presidencia de una de las bancadas unificadas de la Legislatura, un lugar ente las autoridades parlamentarias y la mitad de los cargos en organismos de la Constitución que les correspondan como oposición. No es un precio caro, ante el poder que le puede significar a la Gobernadora contar con un bloque unificado.