Diputados

El macrismo tienta a Graciela Camaño para rearmar el "grupo A"

La diputada maneja un bloque de siete legisladores y tiene el voto decisivo en el Consejo de la Magistratura.

Los operadores judiciales de Macri tientan a Graciela Camaño para conducir un interbloque opositor y aliado de Juntos por el Cambio, que tenga quórum propio para dominar la agenda legislativa y, tal vez más importante, incida en la integración del Consejo de la Magistratura.

Camaño asumió hace un año en el organismo que nombra y sanciona jueces, como parte de una embestida de la oposición para quedarse con 4 de los 6 legisladores que lo integran. Su voto se convirtió en el más buscado, porque desempata entre los consejeros del gobierno y los opositores y ninguno cuenta con ella antes de cada reunión.

Su mandato vence en tres años, pero una nueva mayoría parlamentaria podría reunir firmas para alterar la composición, según entienden los asesores judiciales del aún presidente. En el kirchnerismo descreen que pueda prosperar esa jugada: "Los mandatos son por tres años, juraron ante la Corte Suprema y sólo pueden ocuparse lugares si hay renuncias". 

Camaño no tiene suplente, porque quien ocupaba ese lugar era Martín Llaryora electo intendente de Córdoba. Si la diputada renunciara su vacante debería ser cubierta con un recolección de firmas, pero nadie la imagina dando un paso al costado. 

Sobre todo porque con los resultados del domingo volvió a ser la figura más requerida de la Cámara baja, porque el frente de Todos quedó a 20 votos de la mayoría propia. De haber repetido los números de las primarias podría alcanzar los 120 y sumar los 9 para la mayoría propia con los partidos provinciales como santiagueños, misioneros y puntanos, siempre dispuestos a colaborar con el Gobierno de turno.

El oficialismo buscará engrosar su bloque con aliados provinciales pero aún así necesitaría del bloque de Camaño si Cambiemos sigue unido. El PRO la busca para tener una mayoría opositora, dominar el recinto y controlar la Magistratura.

El repunte de Cambiemos impidió ese escenario, le otorgó un piso de 123 votos a Todos con sus socios localistas y para sesionar el Gobierno necesitará la ayuda de alguno de sus rivales del domingo, como los 4 que trabajaron para la candidatura presidencial de Roberto Lavagna: Camaño, Alejandro "Topo" Rodríguez, el candidato a gobernador Eduardo "Bali" Bucca y el mendocino José Luis Ramón.

Camaño ya negocia un interbloque que contenga a ese grupo y reúna a todo lo que ande suelto por fuera de la grieta: los socialistas Luis Contigiani y Enrique Estévez (que ingresó por la boleta de Lavagna), el salteño Andrés Zottos, cercano a Juan Manuel Urtubey; y los monobloques locales como los de Neuquén y Río Negro. Sabe que debe moverse rápido:  Bucca, Rodríguez y Zottos están en la mira de los futuros oficialistas para tenerlos de su lado. 

Otro botín son los cuatro cordobeses leales a Juan Schiaretti, fortalecido por el categórico triunfo de Macri en su provincia. Su neutralidad no tuvo costo y, además, Alberto lo necesita. Mira de reojo a los peronistas amarillos cercanos a Emilio Monzó y tentados de romper con Cambiemos, que este miércoles falló en su primer intento de ser nombrado defensor del pueblo antes del recambio.

Si tiene éxito, aún unido el peronismo deberá consultarle a Camaño cada ley, si hasta diciembre no suma nuevos aliados. Pero también Cambiemos podría animarla a crear una oposición que domine el recinto similar a la que piloteó entre 2009 y 2011, recordada como el Grupo A, que obligó a Cristina Kirchner a prescindir del Congreso. 

La Magistratura será el primer objetivo. La idea que circula entre juristas del PRO es reunir una mayoría con Camaño y los socios que junte, ratificarla como consejera junto a un macrista y dejar la minoría al kirchnerismo, que ya tiene a Eduardo "Wado" De Pedro. 

Evitaría una embestida similar del Gobierno pero para quedarse con dos consejeros, tarea que incluiría frustrar el interbloque del medio que pergeña Camaño. Una vez mas, la pieza clave del recinto.