Diputados

Fracasó el último intento de sancionar una ley para proteger a los inquilinos

Lipoveztky citó a la comisión de Legislación General pero sus pares del PRO no fueron y no hubo quórum. Macri había aceptado enviar un proyecto propio, pero se arrepintió.

Los inquilinos deberán esperar hasta el próximo período presidencial para tener una ley que los proteja de los contratos abusivos, porque la Comisión de Legislación General de Diputados volvió a quedarse sin quórum cuando intentaba consensuar un dictamen.

La convocó su presidente, el macrista Daniel Lipovetzky, pero no aparecieron sus pares del PRO y sólo algunos de la UCR, como Luis Petri, Brenda Austin, Mario Arce y Carla Carrizo. Se sumaron algunos kirchneristas (Adrián Grana, Guillermo Carmona, Martín Doñate y Vanesa Siley), Felipe Solá, pero hubo otras ausencias de la oposición que contribuyeron a frustrar la sesión.

Si sólo un macrista más se sumaba había mayoría para abrir la reunión y sorprendió que no se hicieran presentes, porque el secretario de Vivienda Ivan Kerr anunció hace un mes que enviaría un proyecto para atender las demandas de los inquilinos.

Nunca lo envió y tampoco apoyó el de Lipovetzky, que hasta este mediodía esperó su llamado y trató de consensuar un texto común con las iniciativas presentadas por Solá y Agustín Rossi, jefe del kirchnerismo, que fue a la reunión con la esperanza de llegar a un acuerdo.

Solá, además, logró el año pasado un dictamen para reformular las cuotas de los créditos hipotecarios UVA, cajoneado en la Comisión de Presupuesto y desechado por el oficialismo. También presentó un proyecto para atender esos reclamos el puntano Andrés Vallone, quien esta tarde asistió el fallido debate y le envió una carta a Macri pidiéndole volver a la Casa Rosada a ejercer la presidencia.  

En diciembre, Macri pidió cajonear la ley para regular alquileres que tenía dictamen. Prometió otro proyecto hace un mes y no lo envió. Y la Comisión no tuvo quórum este miércoles porque los diputados del PRO no fueron. 

"Ningún mandatario del mundo abandona el Gobierno por más que sea candidato para su reelección, menos aun en una situación tan grave como la que vive la Argentina", protestó.  

Según supo LPO, Lipovetzky llegó con un pre acuerdo de la ley de alquileres que extendía los contratos a 3 años, ampliaba las garantías y fijaba un índice de actualización en función de la variación del índice de precios al consumidor (IPC) y de los salarios, medidos a través de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).

También habían acordado que las expensas extraordinarias sean pagadas por el propietario y quedaba pendiente definir si se regulaban los honorarios inmobiliarios o se cedía esa potestad en las provincias. Y si se acotaba el alcance de la ley a las propiedades más chicas del mercado. 

Pero la discusión no fue posible por falta de quórum y los representantes de las asociaciones de inquilinos y de inmobiliarias que habían colmado la capacidad de la sala 3 del Anexo A volvieron a irse con las manos vacías, a la espera de retomar la discusión con otro mandato presidencial en curso. 

Los debates parlmanetarios por los alquileres animaron los cuatro años de la gestión Macri y hasta hubo una ley aprobada en el Senado en 2016, que luego el Gobierno congeló en Diputados y recién en noviembre último aceptó debatirla para hacerle modificaciones. 

Alcanzaron un dictamen, Macri lo sumó al temario de extraordinarias pero luego de unos llamados de las cámaras inmobiliarias instruyó cajonearlo hasta nuevo aviso. Lo convencieron del riesgo de un aumento de los valores de las propiedades si se reducía la oferta. 

Pero la derrota en las primarias motivó a Frigerio y Kerr anunciaron que enviarían un nuevo proyecto sobre alquileres, pero nunca llegó. Lipovetzky intentó aprobar el suyo, pero sus pares lo dejaron solo. Y no fue posible.