Investidura

Rebelión en el PSOE contra Pedro Sánchez ante la nueva convocatoria a elecciones

Distintos cargos socialistas creen que lograrán, en el mejor de los casos, 5 ó 6 diputados más que en abril; no se llegaría ni a los 130 escaños y la situación sería muy similar a actual.

 Los dirigentes territoriales del PSOE se pondrán desde este martes a preparar las elecciones del 10 de noviembre y todos repetirán con mucha disciplina el argumentario de Ferraz, pero la mayoría de ellos afrontan esta nueva campaña, la tercera en seis meses con una mezcla de hartazgo, perplejidad y, sobre todo mucho temor por los resultados.

"Estas elecciones solo las querían Sánchez e Iván Redondo", han reconocido en privado estos días algunos de los líderes regionales y provinciales que asisten con asombro a la creciente influencia del núcleo duro de La Moncloa sobre Sánchez y, en especial, la de su principal asesor, Iván Redondo, y lamentan la pérdida de peso de figuras claves del partido como el secretario de organización, José Luis Ábalos.

Estos dirigentes, que son los que mejor conocen el terreno en cada provincia, ven muy difícil volver a movilizar a los aparatos del partido, a los militantes y, sobre todo a los votantes como el 28 de abril.

En aquel momento, el PSOE tenía muy clara su guía de campaña para captar votos: un gobierno de izquierdas para frenar a las tres derechas de Colón. Hoy ese temor se ha diluido mucho e incluso en el horizonte se vislumbra un posible acercamiento a Ciudadanos o al PP después de las urnas.

Otro factor fundamental del éxito socialista en abril fue que todo el partido estaba en máxima movilización porque un mes después, el 26 de mayo se la jugaban los presidentes autonómicos, provinciales y locales. Todo el partido estaba en tensión. Nada que ver con la situación actual.

Dirigentes territoriales y alcaldes consultados por LPO reconocen que será muy difícil volver a ponerle las pilas a la organización y a los militantes que daban por hecho ya el gobierno de Pedro Sánchez.

Estos cargos han hecho incluso sus primeros cálculos electorales y creen que el PSOE logrará, en el mejor de los casos, 5 o 6 diputados más que en abril; no se llegaría ni a los 130 escaños y la situación sería muy similar a la de ahora.

Algunos dirigentes recuerdan que el PSOE consiguió en muchas provincias el último diputado que ahora podría estar en riesgo

Algunos dirigentes recuerdan incluso que el PSOE consiguió en muchas provincias el último diputado que ahora podría estar en riesgo si el PP mejora sus resultados.

Todo esto se dice en privado, casi en secreto porque en el PSOE hace mucho que no hay debate público ni orgánico. De hecho, el comité federal no se ha reunido ni una sola vez desde el 28 de abril y no ha tenido, por lo tanto, papel alguno en las negociaciones y ofertas de gobierno que ha hecho Pedro Sánchez. Algo impensable en otras etapas.