Elecciones 2019

Segundo round para las encuestadoras

Tras un grosero error en las PASO, las consultoras se alinearon en pronosticar un triunfo de Alberto en octubre. El riesgo del "efecto manada".

Con diez nuevas encuestas con pronósticos para las elecciones de octubre, la consultoras políticas volvieron a presentarse en sociedad después de un resultado en las PASO que las dejó desorientadas y puso en duda su credibilidad como nunca antes.

Si bien todos los pronósticos para agosto midieron sistemáticamente por debajo a Alberto Fernandez (la diferencia final entre el promedio del Observatorio y el resultado final fue de más de 6 puntos), el error que aún no pueden explicarse es cómo ninguno midió la enorme caída que Macri venía sufriendo y continuaron arrojando cifras incomprensiblemente alejadas de la realidad para el candidato en busca de su reelección.

Incluso pareciera haberse producido un "efecto manada" a lo largo de la carrera hacia las PASO, ya que los primeros registros del Observatorio de junio y principios de julio muestran cifras para Macri más cercanas a los 30 puntos, mucho más cerca de lo que obtuvo finalmente. Sin embargo, para mediados de julio las encuestadoras comenzaron a reflejar - todas al mismo tiempo - una remontada de Macri, acompañada de su respectiva repercusión en los medios, particularmente los oficialistas.

Si esta "remontada" nunca sucedió, ¿por que todas las consultoras comenzaron a mostrar una tendencia favorable para Macri? ¿Hay acaso un factor "psicológico", a través del cual los números de otras encuestadoras y su resonancia en los medios logra influenciar el trabajo de campo del resto de las encuestas?

Es una pregunta que vuelva a cobrar relevancia al analizar las primeras mediciones post-PASO. Todas las encuestas parecen haberse alineado en la misma posición: Alberto vence a Macri en octubre, sin necesidad de ballotage y alcanzando el 50%. De hecho, el promedio del Observatorio de Encuestas indica que Alberto obtendría casi el 53% de los votos positivos, contra un 33% de Macri, con Lavagna manteniéndose firme alrededor del 8%, lejos de jugar un papel decisivo.

¿Que se puede esperar en octubre entonces? Las PASO funcionan en los hechos como una gran encuesta con una muestra de casi el 100% de los votantes, que sirve como base para empezar a medir con un punto de referencia, por lo que las consultoras idealmente deberían tener un camino mucho más llano hacia las elecciones generales. El gran problema es que esta "gran encuesta" tiene un efecto demasiado grande sobre el resultado final que pretende medir, por lo que se vuelve a sí misma inservible como instrumento de medición.

Este efecto, que se hizo evidente en el 2015 cuando las PASO impulsaron a Macri y dejaron a las encuestadoras mal paradas por sus pronósticos para octubre, tuvo un impacto sin igual este año: el mercado entró en pánico, se disparó el dólar, hubo una nueva corrida y generó una vuelta al temido cepo. Imposible entonces esperar que las primarias "guíen" a las consultoras hacia un resultado más preciso que en agosto.

Pero, dejando de lado ese factor, ¿están acertando esta vez las encuestadoras? ¿Es inevitable la victoria del Frente para Todos? Más allá de qué tan cerca de los números finales sea el resultado final, el error tendría que ser nuevamente muy grande para que Macri logre entrar al ballotage: Alberto Fernández debería obtener 5 puntos por debajo del pronóstico para caer por debajo del 45% y Juntos por el Cambio crecer 3 puntos porcentuales para superar el 35% y evitar la regla de los 40 puntos con 10 de diferencia sobre el segundo.

¿Es posible que las encuestadoras se estén equivocando así? Difícilmente. Pero el recuerdo de agosto está muy fresco como para descartarlo tan apresuradamente.