Reino Unido

Boris Johnson y la Reina cierran el Parlamento para evitar un rechazo al Brexit

En una jugada al límite del funcionamiento democrático, el primer ministro británico pidió a Reina que inhabilite al Parlamento, para evitar un rechazo al Bruxit duro.

En una jugada al límite de las instituciones la Reina Isabel cedió al pedido de Boris Johnson y suspenderá el Parlamento británico entre el 12 de septiembre y el próximo 14 de octubre para asegurar que no pueda bloquear el Brexit duro que impulsa el primer ministro.

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, escribió una carta a la Reina para expresarle su preocupación por los planes de Boris Johnson, pero la misiva llegó demasiado tarde o no fue considerada. La Reina ya se había reunido con sus consejeros privados y decidió dar vía libre al pedido de Johnson. La fecha prevista para el Brexit duro es octubre, de manera que el Parlamento tendrá las manos atadas para posponer o presentar alternativas a la propuesta del polémico líder conservador.

El caso es particularmente grave porque se trata de una decisión que puede determinar el futuro del Reino Unido por las próximas décadas, que se instrumenta por un primer ministro que arribó al cargo tras la renuncia de Theresa May y sin pasar por el filtro del voto popular, como tampoco lo hizo la Reina.

La operación recuerda a la emprendida por el peruano Alberto Fujimori en 1992, quien ante la negativa de la oposición de darle plenos poderes disolvió al Parlamento, en lo que se consideró como un "autogolpe" de Estado.

La operación recuerda a la emprendida por Alberto Fujimori en 1992. El entonces presidente de Perú ante la negativa de la oposición de darle plenos poderes, disolvió el Parlamento, sumándose a una lamentable tradición latinoamericana de "autogolpes" de Estado, que tuvo en el uruguayo Juan maría Bordaberry, a uno de sus precursores.

En el caso de Reino Unido, la reacción de la oposición fue inmediata. El presidente del Parlamento, John Bercow, cargó contra el "ultraje constitucional" de la petición de Johnson. "Esta maniobra es un escándalo constitucional, es para evitar que se debata sobre el Brexit", dijo.

Pero no esta claro que las quejas tengas algún efecto real. En principio, mientras dure la suspensión dispuesta por la Reina, no se celebrará en el Parlamento británico ningún debate ni se podrá aprobar ley alguna. Las dos últimas veces que el Parlamento fue suspendido, la duración de la suspensión fue de cuatro y trece días respectivamente, pero nunca de un plazo tan amplio.