Deuda externa

El salto del dólar complica la sostenibilidad de la deuda y al FMI

El Fondo con Lagarde ya había hecho una excepción al prestarle a Argentina pese a que las finanzas nacionales eran "sustentables con baja probabilidad".

El salto del dólar de este lunes va a golpear a la economía en distintos frentes y esta vez puede afectar también al Fondo Monetario Internacional, que deberá revisar sus proyecciones sobre la Argentina y en particular la sostenibilidad de la deuda que ya en el último informe había calificado como "con baja probabilidad".

De acuerdo a las estimaciones del Fondo, la inflación de 2019 sería del 40%, pero con una suba del dólar del 23% hasta $57,30, se estima que en breve se disparen las expectativas de inflación al menos siete puntos porcentuales, incluso a pesar de la suba a 74,9% de la tasa de interés, un nuevo récord histórico.

Con una nueva suba de tasas e inestabilidad cambiaria, difícilmente la economía pueda sostener el módico repunte estadístico de los últimos meses. Parte de esta dificultad fue reconocida por la baja de las proyecciones de crecimiento del último staff report al -1,3%. Con el recrudecimiento de la inestabilidad económica, se oscurece el panorama.

Es que ya el Fondo Monetario bajo la conducción de Christine Lagarde controvirtió sus propios criterios al seguir desembolsándole dinero al país cuando su marco normativo establece que para darle "acceso excepcional" a sus recursos a un país el análisis de su situación debe dar que su deuda sea "sostenible con alta probabilidad". 

Para ser exactos, no fue la primera vez: en 2013, a raíz del caso griego, el FMI flexibilizó este principio para evitar un contagio de la crisis al resto de la Unión Europea. Y este año volvió a hacerlo por Argentina, aunque sin especificar las razones económicas de esta excepción.

Esto es un problema para la búlgara Kristalina Georgieva -que acaba de asumir la conducción ejecutiva del FMI bajo el abrigo de Emmanuel Macron-, porque reduce sus posibilidades de seguir desembolsando recursos para la Argentina con la expectativa de que el año próximo el país se los devuelva de acuerdo al cronograma acordado. Más bien hace evidente que en 2020 deberá reunir a los acreedores privados de la deuda soberana a renegociar un nuevo esquema de pagos.

Una primera prueba se verá mañana cuando Nicolás Dujovne salga a renovar vencimientos de Letras del Tesoro en dólares con dos nuevas Letes, una con vencimiento el 29 de noviembre y la otra, el 13 de marzo del año que viene.

"Con Alberto o con Macri, Argentina va hacia una reestructuración amigable de la deuda"

"Al gobierno le va a costar mucho renovar los vencimientos. Tras la contundente victoria de Fernández y la abrupta suba del riesgo país, la decisión de Macri de no llamarlo y acordar una transición razonablemente ordenada, me da la impresión que la dinámica financiera va a tender a empeorar", aseguró a LPO el economista Hernán Hirsch. En este momento hay unos 18.000 millones de dólares de deuda de corto plazo antes de las elecciones de octubre. 

 Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía, ya hizo público que, en su opinión, Argentina debería renegociar un regreso al primer Stand-By con el FMI porque el acuerdo anterior con el Fondo permitía un espacio temporal para volver a crecer antes de comenzar a devolver los 56.000 millones que nos prestaron.

"Con el sendero de tipo de cambio nominal que estimamos ($60 a fin de año) el ratio deuda sobre PIB se va a 87% a fin de año, aproximadamente. Esto es sostenible solo si se renegocia con el Fondo y si se encara alguna reprogramación voluntaria de vencimientos de deuda privada", explicó a LPO el economista y CEO de la consultora Analytica, Rodrigo Álvarez.

Ucrania, el modelo de reestructuración de deuda que recomiendan para Argentina 

En este sentido, el Fondo ya tiene la experiencia reciente de Ucrania, de Ecuador y de Pakistán. Pero también tiene la experiencia Perú y de Argentina con los fondos buitre, que trabaron judicialmente la reestructuración. En particular, el caso de Ucrania permitió una recuperación de la confianza de los mercados y el regreso a los mercados y es un punto de referencia para la Argentina cuya deuda en este momento está en parte en mano de hedge funds y también de fondos real money, pero no de fondos buitre.

"El FMI hizo una apuesta demasiado grande en la Argentina. Tiene el 60% de los desembolsos activos de la institución. Va a ser una negociación dura, con condicionalidades, pero factible; ambos tienen mucho por perder", agregó Álvarez.