Macri logró sumar a Mestre en el final de la campaña
Un "desafío" en las redes sociales para apoyar a Mauricio Macri marcó el fin de la guerra fría entre la Casa Rosada y Ramón Mestre, el intendente radical de Córdoba que en el tramo final se metió de lleno en la campaña dejando atrás las heridas que dejó la interna cordobesa.
"El Cambio Challenge" fue el desafío que lanzó este domingo Mestre para invitar a sus seguidores a compartir lo que consideran logros de la gestión de Macri, que casi al mismo tiempo invitaba a sus propios fans a decir que lo van a votar sin importar los argumentos.
El primer acercamiento se dio en el marco del cierre de listas, cuando Mestre ubicó en tercer lugar de la boleta de diputados a su secretario de Economía, Hugo Romero. Pero la frialdad se mantuvo y recién en los últimos días el intendente de Córdoba se metió de lleno en la campaña de respaldo a Macri.
Lo hizo luego de una visita a la Casa Rosada, el miércoles pasado, cuando se reunió con Marcos Peña y Rogelio Frigerio, el articulador de la reconciliación. Mestre había quedado muy ofendido con el jefe de Gabinete porque hizo todo lo posible por bajarlo de las elecciones en Córdoba, cosa que le reprochó públicamente en varias oportunidades.
El primer gesto de la Rosada al intendente radical (que también se reunió con Macri) fue ofrecerle un lugar en la lista de diputados, que rechazó porque había declarado que no sería candidato a cargos nacionales. En su entorno se encargan de remarcar que no tuvieron la misma actitud Mario Negri y Luis Juez, sus competidores en la pelea cordobesa, que buscan un lugar en el Congreso.
La reunión de la semana pasada derivó en un acuerdo político para que Mestre se meta de lleno en la campaña, en la que hasta ahora estaba trabajando casi a reglamento.
Se trata de una nueva apuesta del gobierno para tratar de fortalecerse en Córdoba, la provincia que desvela al macrismo y al peronismo. La Rosada necesita el aporte de Mestre, que tiene una fuerte influencia sobre los intendentes y el aparato territorial del radicalismo. Esa estructura había quedado muy tensionada con el oficialismo nacional durante la campaña para la elección provincial, en la que Mestre se despegó casi completamente de Macri.
Córdoba es clave para la Casa Rosada porque allí esperan compensar la diferencia que muy probablemente saque Alberto Fernández en la provincia de Buenos Aires. El logro de máxima para Macri es repetir los números de 2015, cuando la ventaja que le sacó a Scioli en esa provincia terminó siendo determinante para su triunfo nacional.