Perotti le pide a Alberto firmar un compromiso escrito con Santa Fe
Omar Perotti le pidió a Alberto Fernández firmar un compromiso escrito con los ciudadanos de Santa Fe, cuando en las próximas semanas visite esa provincia como parte de su campaña presidencial.
Se trata de una modalidad utilizada por candidatos en muchos países del mundo, como México, donde en su momento Enrique Peña Nieto dejó promesas escritas en cada provincia antes de consagrarse como presidente. Su sucesor, Andrés López Obrador también apeló a ese recurso y en marzo se comprometió por escrito a no intentar una reforma constitucional para buscar la reelección, prohibida en México desde la revolución.
Perotti quiere implementar esta práctica con Fernández como parte de los ajustes a su campaña presidencial, que no termina de ordenarse cuando falta menos de un mes para votar en las primarias.
En el peronismo creen que la campaña de Alberto Fernández necesita ajustes
El senador le viene exigiendo a Fernández un discurso para el centro productivo del país, alejado de las prédicas populistas que prenden en el norte del país y el conurbano bonaerense.
Necesita saber qué posición tendrá con las retenciones a las exportaciones y si contempla algún plan para los industriales afectados con la recesión de estos años, pero con malos recuerdos de la última gestión de Cristina Kirchner.
Comparte la preocupación con el peronismo cordobés, liderado por el senador Carlos Caserio, que desoyeron la orden del gobernador Juan Schiaretti de ser neutrales y apoyaron la fórmula del ex jefe de Gabinete y Cristina.
Fernández caminará este jueves y viernes por Córdoba y recién la semana que viene pisaría Santa Fe, aunque tal vez antes deba escribir planes de gobierno para la provincia que todavía no analizó.
"No sé con qué me voy a encontrar", suele repetir Alberto cuando le exigen las primeras medidas de Gobierno, aunque tampoco tiene claras cuáles son ni voceros que se explayen sobre cada uno de los temas.
Tampoco ha sido claro sobre su estrategia de política internacional, aún cuando, tal vez como ningún presidente opositor en la historia, recibe el rechazo público de los presidentes de Estados Unidos y Brasil. No responde nada ni sale del país.