Elecciones 2019

El caso Nielsen expone la ausencia de un vocero económico en la campaña de Alberto

Armó un revuelo porque trató de "ignorante" a Kicillof. Las diferencias entre los economistas de la mesa chica.

Alberto Fernández debió salir a despegarse de Guillermo Nielsen, luego de que el economista iniciara el fuego amigo al tratar de "ignorante" a Axel Kicillof en una entrevista con Jorge Fontevecchia en el diario Perfil.

Como supo LPO, Kicillof estaba en una reunión el domingo por la tarde cuando le sonó el teléfono. Era Alberto, que después de una charla breve con el candidato a gobernador dio una entrevista radial para aclarar que Nielsen no es no es su "referente" en temas económicos. "Quisiera que me dejen a mí decidir quiénes son los que pueden hablar por mí, no que lo decidan los diarios", se quejó.

En el entorno de Alberto admitieron a LPO que las palabras de Nielsen tuvieron cierto impacto y generaron molestia, aunque también aseguraron que el candidato del kirchnerismo no piensa "callar a nadie" que exprese una visión distinta: "No tiene exégetas, en este espacio cada uno es libre de opinar".

El problema con el caso Nielsen, además de la "pérdida de tiempo" para Fernández que en plena campaña debió salir a explicar un roce en sus propias filas, lo que dejó expuesto una vez más fue la falta de coordinación en los equipos del Frente de Todos. "No nos pueden pasar esas cosas al interior de un frente como el que tenemos. Es regalarle un flanco débil al Gobierno para que se hagan una panzada", razonó diálogo con LPO un dirigente con llegada al Instituto Patria.

En el peronismo creen que la campaña de Alberto Fernández necesita ajustes 

La falta de ajustes cobra mayor importancia en el terreno económico, porque justamente pretende ser el eje de la campaña contra Mauricio Macri. De hecho, cuando comenzó a circular la entrevista de Nielsen, se abrió una ola de críticas en la comisión técnica de economía que responde a Alberto. Unos 10 economistas hicieron catarsis contra él en el grupo que comparten en WhatsApp. 

Las diferencias afloran incluso en la mesa chica . Un tema clave en el que se hicieron evidentes fue la posición sobre el acuerdo del Mercosur y la Unión Europea. Cuando todos los funcionarios de Macri salían a coro a calificarlo como un "hito histórico", los dirigentes cercanos a Cristina Kirchner dijeron que el acuerdo era una "tragedia", mientras que algunos exponentes del Grupo Callao como Cecilia Todesca le bajaron el tono a las críticas y otros como el propio Nielsen elogiaron la noticia, a tono con el oficialismo. 

Las contradicciones internas se repitieron en varios temas, como por ejemplo cuando Kicillof dijo que no habría que volver al cepo pero que la fuga de dólares era un "error garrafal". Alberto salió en la misma sintonía pero terminó diciendo que la salida era algo que había que "estudiar" y que requería de "ingenio".  

El economista Guillermo Nielsen

La falta de un discurso económico unificado podría traducirse en tensiones en la gestión en caso de vencer a Macri. Alberto escucha a Nielsen en algunos temas puntuales como los energéticos, donde Vaca Muerta se convirtió en uno de los espacios más codiciados de cara al próximo gobierno. Mientras el economista propone poner a un hombre de su confianza con una visión "pro mercado" para no ahuyentar a las petroleras, en el kirchnerismo puro ya postulan al director del Oetec, Federico Bernal. 

Las disputas afloran porque no hay una autoridad que ordene la línea discursiva en materia económica. No hay un referente claro: al principio se mencionaba a Matías Kulfas pero luego lo hicieron bajar el perfil, mientras que también sonaba Emmanuel Álvarez Agis que sigue con el trabajo privado en su consultora. A falta de referencias, la visión de Kicillof se impone, aunque procura hablar cada vez menos de temas macro porque los intendentes le piden que se concentre en polarizar con María Eugenia Vidal en la Provincia.  

El tema es delicado porque Cristina terminó su segundo mandato con mucho descontento social por su política económica. Macri, que irá a la reelección con una crisis económica muy aguda, maneja sin embargo una línea discursiva más clara: su promesa es acelerar el ajuste. En cambio, se propagan las dudas sobre qué hará el peronismo en un nuevo gobierno, mientras Alberto levanta a referentes como Nielsen, que blanqueó su intento de acercamiento a Javier Milei y Diego Giacomini, dirigentes a la derecha de Macri. 

"Intenta captar a sectores medios y por eso empezó a tirar señales abiertas. Por querer ampliar el voto, el mensaje termina siendo confuso", reconoció un ex funcionario con llegada al candidato. En un intento por ordenar la interna, nombró como jefe de campaña a Juan Courel y oficializó a Juan Pablo Biondi como su director de prensa. El cambio puede no ser suficiente, a menos de un mes de las PASO, con Cristina corrida del foco, Sergio Massa con un discurso propio y varios intendentes quejándose de Kicillof. "Hay todo un cruce de malestares que puede estallar", advierten desde adentro y aseguran que "no es tarde, pero urge ordenar la campaña".