Caso Stornelli

En el Gobierno creen que la causa contra Stornelli la armó el ex espía Pocino

Es un histórico de la ex Side, de buena relación con Cristina Kirchner. Los extraños movimientos de D'Alessio y la esperanza en el fiscal Curi.

En la Casa Rosada no tienen dudas: la causa sobre espionaje ilegal que lleva adelante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, fue fabricada por ex funcionarios de Cristina Kirchner y servicios de inteligencia enfrentados a la actual gestión.

Apuntan a Fernando Pocino, ex director de Reunión de la ex Side y rival interno de Jaime Stiuso, el mítico espía que trabajó para los presidentes de turno por cuatro décadas hasta que se enfrentó con la actual senadora por el memorándum con Irán.

Pocino se mantuvo fiel a Cristina, a quien conocía de su anterior etapa como legisladora, y con la llegada de Mauricio Macri poco tuvo que hacer en la AFI de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Como tantos agentes tomó rumbo desconocido.

Los operadores judiciales de Macri creen que sólo él pudo hilvanar la historia que reconstruyó Ramos Padilla y logró dejar contra las cuerdas al fiscal Carlos Stornelli y destapar el sistema de espionaje ilegal que se habría montando en la actual administración para espiar a opositores, pero también a dirigentes oficialista como la gobernadora María Eugenia Vidal.

Sin embargo, los conocedores de la ex Side no imaginan a Pocino capaz de un trabajo tan riguroso porque nunca siguió de cerca la tarea de jueces y fiscales. 

Arribas y Majdalani admitieron que abrieron bases de la AFI en el Conurbano

Sospechan que para vincularlo el Gobierno se basará en algunas conversaciones del falso abogado Marcelo D'Alessio con el fiscal Carlos Stornelli, en las que menciona a Pocino y al ex espía "Patricio", otra figura repetida en los relatos de inteligencia local. "Sí los conozco", le habría respondido el fiscal a D´Alessio cuando el falso abogado lo consultaba sobre los espías. 

D'Alessio aún causa intrigas en el macrismo, porque su declaración ante la justicia fue breve y ni siquiera se esforzó por ensayar una defensa sólida. Además, aseguran que estaba informado que allanarían su domicilio y sin embargo no se preocupó en esconder el material sensible que nutrió la causa.

En el Gobierno aún hay esperanzas de quitarle la causa a Ramos Padilla, pero saben que están en cuenta regresiva y confían en la ayuda del fiscal Juan Pablo Curi. 

En el kirchnerismo justifican su impericia en que esperaba a un juez de Lomas de Zamora de su confianza y no a Ramos Padilla, cercano a Horacio Verbitsky, con mucha experiencia tribunalicia y encargado de difundir los pormenores de la causa en su sitio web.

El juez federal Alejo Ramos Padilla.

En su visita a la bicameral de inteligencia, para intentar despegarse de la red de espionaje ilegal Majdalani acusó al diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade de ser el jefe real del ex espía Rolando "Rolo" Barreiro, detenido por caminar las calles con D'Alessio y sus socios de turno. 

Barreiro llegó a la ex Side en 2002 y renunció en 2016 para asociarse al falso abogado y a otros ex agentes, según su propio relato ante Ramos Padilla.  Tailhade fue su jefe entre febrero y junio de 2015, pero asegura que no lo conoció, como tampoco a la mayoría de los 400 espías que tuvo a cargo. 

Tahillade niega que haya conocido al espía detenido Rolando Barreiro, durante su paso por la AFI. "Nunca lo vi a Barreiro, desde el comienzo de la causa están tratando de vincula a esta banda con el kirchnerismo para intentar salvar a los personajes que aparecen en los chats", afirma el diputado. 

"Nunca lo vi. Desde el comienzo de la causa están tratando de vincular a esta banda con el kirchnerismo para embarrar la cancha e intentar salvar a los personajes que aparecen en los chats y documentos recabados por la investigación del juez Ramos Padilla. En ese marco se inscribe esta operación que quieren armar en mi contra", se defendió ante LPO.

La oposición pedirá citar a Ritondo al Congreso para hablar del espionaje a Vidal 

En su declaración en Dolores, el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, otro de los implicados en la red, relató que Barreiro se le presentó en junio de 2016 como enviado de la AFI dispuesto a colaborar con su investigación del triple crimen de General Rodríguez. Majdalani y Arribas lo habían recibido unos meses antes pidiéndolo información sobre ese expediente, en el que su actuación habría dejado mucho que desear.

Los jefes de la ex Side tienen otra urgencia: Pablo Pinamonti, jefe de Asuntos Internos de la AFI y cercano a Daniel Angelici, podría complicarlos si Ramos Padilla lo cita a declarar. De él dependía el ex comisario Ricardo Bogoliuk cuando ingresó a la AFI y coordinó las bases del Conurbano que espiaron a Vidal.  Es uno de los detenidos por participar de la red de espionaje ilegal. Pinamonti ya dejó trascender que si se complica su situación judicial dirá que cumplía órdenes de Majdalani.

El diputado Rodolfo Tahillade.

En el Gobierno aún confían en que la Cámara de Casación le quitará la causa a Ramos Padilla y la mudará a un juzgado de Comodoro Py, aunque admiten que entraron en cuenta regresiva y que tampoco hay muchos jueces federales porteños interesados en colaborar. 

Para convencerlos, necesitan una mayor presión del fiscal de Dolores Juan Pablo Curi, quien rechazó que los procesados declaren como arrepentidos pero no logra incidir en las decisiones de Ramos Padilla. Además, muchos de los detenidos aún sin el beneficio del arrepentido están hablando.

El jueves, en la bicameral de inteligencia los legisladores de Cambiemos pedirán citar a Curi para una próxima reunión. La comisión tiene la función de supervisar las tareas de los agentes y por lo tanto si el fiscal llegara a nombrar a alguno deberán investigarlo. 

Pero poco podrán hacer si se trata de ex empleados de la AFI, porque Arribas y Majdalani señalaron ante esa comisión que no tienen la obligación de controlar a los agentes que abandonan la casa, tarea que se conoce como contrainteligencia.  

Aún así, en su procesamiento y detención a los ex agentes Ramos Padilla pidió a la AFI conocer los motivos que tuvo para no seguirlos de cerca. No mencionó a Pocino. Nadie lo nombra.