México

La pelea de AMLO con el líder sindical de Pemex genera desabastecimiento en México

El histórico Romero Deschamps se "exilió" en medio de la pelea con el presidente, que lo acusa de estar detrás del multimillonario robo de combustibles a la petrolera.

La pelea del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el líder sindical de Pemex y gremialista más poderoso del país, Carlos Antonio Romero Deschamps, ya está generando una ola de desabastecimiento de combustible.

El desabastecimiento de combustible que sufren varias entidades del centro del país empiezan a generar un fuerte malestar en el población, que hace largas colas para garantizarse el suministro. El Gobierno ya salió a explicar oficialmente que se trata de un "reacomodo" en su estrategia de distribución, argumento que muchos especialistas ponen en duda.

Sucede que apenas un 12% de la distribución de la gasolina en México ocurre a través de auto-tanques, más conocidas como "pipas" o cambiones cisterna. La enorme mayoría de la entrega desde las refinerías y los centros de almacenamiento -arriba de un 76%- se hace a través de ductos. "No alcanzan los camiones disponibles y registrados para reemplazar ese canal de distribución", aseguró a LPO Ramsés Peche, analista petrolero.

López Obrador pone en la mira al sindicalista más poderoso de México

El interrogante que empieza a circular es cómo hará el gobierno para enfrentar los costos económicos, si en los próximos días no se normaliza la distribución. El problema es que México importa desde Estados Unidos 600 mil barriles diarios de gasolina y unos 280 mil barriles de diesel. "Si no puede mover la gasolina de sus refinerías, tiene dos opciones: o baja su producción o bien detiene temporalmente la recepción de sus importados. Las dos tienen un costo potencial muy alto", explicó un consultor de Pemex.

En efecto, México tiene una capacidad de almacenaje equivalente a sólo dos días días de consumo. Es decir, no tiene espacio físico para acopiar la gasolina que no está distribuyendo en medio de estos cambios. Frenar su refinación implicaría eventuales daños en sus ya desgastadas refinerías. Detener la recepción de las gasolinas importadas, un potencial costo por el almacenaje del otro lado de la frontera.

Romero Deschamps

El entorno de López Obrador, sin embargo, considera que estos impactos eran inevitables por la batalla frontal que se está dando a los negocios enquistados entre la vieja burocracia premium de la petrolera y el sindicato a cargo de Romero Deschamps. El mensaje del Presidente fue claro: desde su óptica, el robo de combustible era una "pantalla" para justificar los desvíos que ocurrían desde adentro de Pemex.

La idea de militarizar las instalaciones estratégicas -muchas de ellas controladas por "trabajadores sindicalizados", según el propio AMLO- responde a un plan ya diagramado para debilitar al histórico líder del gremio petrolero, como contó LPOUn dato: semanas atrás, en medio de una embestida que ya tomaba fuerza, Romero Deschamps decidió salir de "vacaciones", de las que todavía no regresó. En Morena empieza a crecer la idea de un boicot digitado desde el exterior. El histórico sindicalista ostenta todavía el control de una estructura operativa sindicalizada que domina gran parte de la distribución vía pipas.

No obstante estos problemas, López Obrador redobló la pelea. "Se robaban 60 mil millones de pesos al año de combustibles. Nos hacían creer que era por la ordeña de los ductos, pero siempre fue una cortina de humo. Toda una farsa. En realidad este robo se permitía desde el Gobierno", acusó.

Desde Morena dicen por lo bajo, y sin vueltas, lo que AMLO sugiere en sus discursos: se trató siempre de negocio montado entre el sindicato de Romero Deschamps, las máximas autoridades de Pemex, con el aval de los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. "Desde los gobiernos se maneja todo el flujo de combustibles. Allí es donde se ve, en los monitores, los ductos. Allí se advierte cuando no hay presión porque se va a redes paralelas que se crearon con ese propósito", agregó el tabasqueño.

"Se tenía toda la información diaria, desde el Gobierno de Vicente Fox. Sabían que había que descontar hasta 10 mil millones. Pero ahora llegó hasta 60 mil millones. Es de sentido común: ¿cómo va a ser que se robaban más de mil pipas diarias? ¿Cómo distribuyen toda esa gasolina robada? Había complicidad plena en Pemex. De robarse mil cien pipas, bajamos a 36 pipas. Son intereses creados, muy poderosos", dijo