Mercados

Ante el silencio chino, el mercado duda de la "tregua comercial" y se desploma Wall Street

No obstante, los especialistas aseguran que Beijing terminará aceptando las condiciones de Trump.

Luego de un lunes en auge por el optimismo generado en los mercados a raíz del acuerdo en el G20 entre Trump y Xi Jinping, el llamativo silencio de la delegación china puso en duda las afirmaciones de la Casa Blanca, provocando una fuerte caída en Wall Street.

El Nasdaq se desplomó un 3,78%, el Dow Jones sufrió un retroceso del 3,1% y el índice S&P 500 lo hizo en un 2,55%. Por su parte, las bajas se extendieron a toda Europa -con Frankfurt liderando la caída-, América Latina y Asia, con Japón bajando un 2,39%.

"El mercado se dio cuenta de que China no respondió a ninguno de los dichos de Trump y empezó a sospechar que tal vez el acuerdo no sea de la forma que lo describió Washington", explicó a este medio el analista financiero y especialista en política norteamericana Sebastián Maril.

De hecho, los medios de comunicación del Estado asiático simplemente mencionaron la intención de llegar a un acuerdo y reconocieron que ambas partes trabajarán para disminuir "gradualmente" el desequilibrio comercial.

Trump y Xi Jinping acuerdan una tregua comercial de 90 días

Recordemos que la Casa Blanca había difundido un comunicado afirmando que China aceptó negociar "cambios estructurales respecto a la transferencia forzada de tecnología, protección de la propiedad intelectual, barreras no arancelarias, intrusiones cibernéticas y robo cibernético", además de la reducción del déficit comercial.

Este es el aspecto clave que desata la disputa hegemónica por el liderazgo tecnológico y la capacidad de innovación, donde el régimen de propiedad intelectual chino genera fuertes resistencias por su exigencia de compartir tecnología y así piratear patentes.

"El acuerdo que difundió Washington es muy desigual. Es una imposición total de condiciones por parte de Estados Unidos, que no otorga nada a cambio, simplemente suspende la suba de aranceles del 10% al 25%", indicó a este medio Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI.

"A su vez, fija un plazo de 90 días que es muy exigente y muy poco diplomático. Por lo tanto, acá hay dos alternativas. O China no va a cumplir nada y está ganando tiempo, o realmente empieza un diálogo en el que Xi Jinping va a tener que corregir muchas cosas porque efectivamente lo que denuncia Estados Unidos es cierto", agregó.

Ante esta incertidumbre en el mercado, Trump salió a jugar fuerte por Twitter y mantuvo su estilo característico de tensar la negociación al máximo, mostrándose abierto al diálogo aunque sin dejar de efectuar claras amenazas.

"Las negociaciones con China ya han comenzado, el presidente Xi y yo queremos llegar a un acuerdo y probablemente lo haremos", inició para llevar tranquilidad al mundo, pero rápidamente dejo el tono de amabilidad. "Si no lo logramos recuerden que soy un hombre tarifa (por su propensión a aumentar los aranceles). Ahora mismo estamos tomando billones de dólares en tarifas. Hagamos una América rica nuevamente", subrayó.

Trump corre con ventaja para el encuentro con Xi Jinping, la cumbre más importante del G20

Los especialistas aseguran que en China no cayó nada bien que el mundo esté hablando de un triunfo de Trump y por eso seguramente pretendan sembrar estas dudas. No obstante, hay consenso en que finalmente terminarán cediendo ante la postura de Estados Unidos porque como anticipó LPO, tienen todas las de perder en esta negociación y son los más perjudicados de la "guerra comercial".

"En primer lugar, porque China coloca el 20% de sus exportaciones en el mercado estadounidense, cuando las ventas externas de Washington a Beijing solo llegan al 8%. Y en segundo término, China tiene una dependencia hacia la inversión extranjera norteamericana, que de escalar este conflicto, podría provocar un alejamiento de muchas empresas poniendo en juego la participación de cadenas de valor", explicó Elizondo.

De concretarse, significaría un nuevo triunfo bilateral de la administración republicana, que en menos de dos años de gestión ha ganado cada una de las disputas internacionales que tuvo con este estilo de negociación tan particular de su presidente.

El último claro ejemplo se terminó de concretar en este G20 en Buenos Aires con la firma del nuevo Nafta, donde no solo impuso sus intereses sin ceder ni siquiera la baja de aranceles al aluminio, sino que la propia firma del tratado fue un hecho más que simbólico de quién había resultado ganador. Ante la sorpresa de Peña Nieto y Trudeau, estampó su autógrafo con gran fibrón, empequeñeciendo las firmas de sus colegas de México y Canadá.

"Trump está ejerciendo un liderazgo como hace mucho tiempo no se veía en los Estados Unidos. Es un gran negociador y ejerce un estilo de muchísima dureza a partir del cual elije con mucha perspicacia los instrumentos a utilizar e interpreta muy bien las fortalezas con las cuales negocia", destacó el director de DNI.