Recesión

El dueño de Arcor dice que no va a reestructurar su deuda, pese a las pérdidas multimillonarias

Lo hizo en referencia a una nota de LPO que reveló que los gastos financieros de la empresa se dispararon arriba de los $13.000 millones.

La multinacional argentina Arcor afirmó en un comunicado que no está entre sus planes reestructurar su abultada deuda, luego que la devaluación hiciera que sus gastos financieros pasaran de los 2.000 millones de pesos que promediaba en el 2017 a  más de 13.200 millones de pesos en los primeros nueve meses de 2018. Se suma a esto una pérdida en lo que va del año que supera los 6.200 millones de pesos, lo que llevó a operadores del mercado a concluir que la reestructuración era el camino más probable.

Esta delicada situación financiera de una de las empresas emblemáticas del país, fue revelada este lunes en exclusiva por LPO, en base a la información que surge de los propios balances de la compañía. 

De acuerdo a sus estados financieros al 30 de septiembre de este año, la firma registraba una pérdida de $6.247 millones, cuando doce meses atrás mantenía una ganancia superior a los $1.000 millones.

La noticia de LPO, como era esperable y reconoce la propia compañía en su texto, tuvo una amplia repercusión. En el comunicado emitido, Arcor asegura que "no se encuentra en ningún proceso de reestructuración de sus pasivos, ya que cuenta con una sólida posición financiera". Sin embargo, de los propios estados contables de la compañía surge que sus pasivos se incrementaron principalmente porque sus gastos financieros crecieron un 563%, lo que revela que la compañía no se cubrió ante la devaluación. 

Para tener una idea de la delicada situación que atraviesa, el año que viene enfrentará necesidades financieras por unos 40 millones de dólares y su patrimonio neto al 30 de septiembre era de unos 199 millones de dólares a la cotización actual. La empresa de Luis Pagani contrajo entre 2016 y 2017, unos 500 millones de dólares de deuda con sus Obligaciones Negociables (ON) Clase 9, que la obligan a desembolsar 30 millones de dólares al año hasta julio de 2023; luego tomó un crédito bancario en 2017 por otros 50 millones de dólares. Le esperan vencimientos muy exigentes en dólares y a tasas muy altas, dado el riesgo país de la Argentina. En lo inmediato, deberá cancelar 285 millones de pesos de las ON Clase 10 el próximo 3 de mayo.

El mal momento de Arcor, símbolo del impacto de la crisis en la economía real

Es por eso que el mercado, que ve en la empresa de Luis Pagani una situación de fragilidad financiera similar a la que sufren otras alimenticias de gran tamaño, como Molinos Cañuelas. 

"Tienen un volumen muy alto de Obligaciones Negociables (ON) en dólares. Normalmente las empresas las van renovando, pero como se cerró el mercado de capitales en dólares y el financiamiento en pesos tiene tasas inviables, no tienen otra salida que ir hacia una reestructuración. Es un default elegante, pero no tienen otra alternativa. Claramente vendiendo galletitas no podés cubrir un agujero de $6.200 millones", comentó a LPO el analista de mercados Francisco Uriburu. 

"Reestructurar los pasivos no es la única opción, la empresa puede desprenderse de activos, o buscar mejorar el resultado operativo reestructurando procesos, pero si el riesgo país no cede va a tener que convalidar tasas cercanas al 8% para poder rollovear la deuda", dijo un analista de mercados a LPO. Sería convalidar las tasas de interés que pagaba YPF durante el default y el cepo, un escenario muy exigente para una compañía de alimentos en plena recesión.

Es que Arcor sufre tanto la caída del consumo -la gente posterga la compra de golosinas y galletitas-, como el paso a segundas y terceras marcas más accesibles.

"El problema es que frente a la caída en la demanda, las altas tasas y las presiones de costos por tarifas y reapertura de paritarias los márgenes se achican y el riesgo país no tiene mucho para bajar frente al riesgo político y global", comentó otro importante economista.

"Una ON también es complicada en este contexto. Toda empresa que tenga una pesada deuda hoy está complicada y ni hablar si esa deuda es en dólares. Los costos de subir 100% en dólares no son baratos", acotó un tercer especialista.