Macri respalda a Garavano y pide que dejen "flotar" a Carrió
Mauricio Macri se encargó de llamar personalmente a Germán Garavano para respaldarlo ante los reiterados ataques de Elisa Carrió, que esta semana tuvieron su pico más alto con el pedido de juicio político que el partido de Lilita giró a Diputados.
No sólo fue Macri quien respaldó al ministro de Justicia, también lo hicieron Marcos Peña y las principales figuras del gabinete, en especial las que participan de la mesa judicial.
La idea del presidente y su equipo es dejar "flotar" a Carrió, ante la negativa de desplazar a Garavano y a otro funcionario que Lilita cuestione por los medios. A lo sumo se esperan declaraciones aisladas como las de los ministros Alejandro Finocchiaro y Dante Sica, que la cruzaron sin nombrarla luego de las últimas reuniones de gabinete.
En el entorno del jefe de gabinete prefieren que se hable de una disputa con Carrió antes que de otros temas más urticantes como la inflación y la situación económica, aunque nadie sabe a ciencia cierta qué puede pasar si Lilita decide romper definitivamente.
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La mesa judicial la integran, además de Macri y Garavano, José Torello, Fabián "Pepín" Rodríguez Simón y Juan Bautista Mahiques, consejero de la Magistratura que es hijo del camarista Carlos Mahiques, que definió la absolución de Carlos Menem en la causa de armas.
Fue ese fallo el que desató la ira de Carrió, alimentada por unas declaraciones periodísticas de Garavano y generó disputas en esa mesa, que se trenzó en insultos cuando estalló el conflicto con la aliada de Cambiemos.
A Pepín Rodríguez Simón le facturan que no contiene a su amiga Carrió y se sube a la cruzada de la chaqueña contra su archienemigo, Daniel "Tano" Angelici. Pero ni siquiera Pepín quedó a salvo del asedio de Lilita, que le pegó en el programa de Mirtha Legrand: "Garavano no existe, nunca fue ministro, la Justicia la maneja Daniel Angelici y los pepines", disparó la líder de la Coalición Cívica.
En un sector del Gobierno incluso creen que con la embestida contra Garavano, Carrió busca quedarse con el control del ministerio de Justicia, un botín que siempre desearon los radicales.