Presupuesto

Vidal cree que le tocó la peor parte del ajuste y negocia atenuarlo vía Fondo del Conurbano

Quiere recuperar 19.000 millones actualizando por inflación el Fondo. El rol de Sergio Massa.

María Eugenia Vidal busca resquicios en la negociación con el gobierno nacional para incluir una modificación en el presupuesto que permita actualizar por inflación el Fondo del Conurbano.

No es una gestión más. El resultado de esa pulseada determinará los recursos con los que la Gobernadora contará para gestionar el año próximo, un año electoral donde además se espera el peor coletazo del ajuste.

La negociación, personalizada en la propia Vidal -con Federico Salvai y Hernán Lacunza como alfiles- tiene como objetivo de máxima adelantar la actualización por inflación del Fondo del Conurbano a los ejercicios 2018 y 2019, en lugar de esperar a 2020 como lo establece el consenso fiscal firmado entre los gobernadores en diciembre del año pasado.

Eso le permitiría a la Gobernadora recuperar 19.000 millones, una buena parte de los 25.000 millones que deberá afrontar para afrontar los costos de los subsidios a la energía y el transporte.

Por estos días, la relación entre la Casa Rosada y La Plata no pasa por el mejor de los momentos. Vidal está furiosa por el ajuste que se le impone a la provincia de Buenos Aires y muy en la intimidad reconoce que eso no es ajeno al perfil que logró como Gobernadora y su futuro electoral. "El 70% del ajuste lo tengo que afrontar yo", se queja.

Todo ocurre además en medio de una inevitable cancelación de la obra pública en la provincia. LPO adelantó que por lo pronto, Vidal suspendió las licitaciones hasta que estén aprobados los presupuestos de Nación y Provincia.

La feroz negociación agiganta los resquemores. Por estas horas, el vínculo entre el Presidente y la Gobernadora está quizás en el peor de los momentos desde que Cambiemos llegó al poder en 2015.

Es que la presión de Vidal sobre el gobierno golpea en las negociaciones que Mauricio Macri tiene avanzada con algunos gobernadores peronistas. Fue entre el presidente y esos mandatarios provinciales que se cerró el acuerdo para que Buenos Aires absorba la mayor de los 100.000 millones de déficit que la Rosada trasladará al interior.

En La Plata hay optimistas y pesimistas. Según pudo saber LPO, Salvai y Lacunza se ubican en el primer grupo. Piden calma a quienes muestran nerviosismo por la situación y aseguran que en pocos días le tuercen el brazo a los laderos del Presidente. Además, no sin algo de jactancia piden repasar la historia (muy) reciente para demostrar que nunca perdieron este tipo de negociación.

Por otro lado, hay segundas líneas que muestran preocupación y ven que no hay chances de recuperar 19.000 millones actualizando por inflación el Fondo del Conurbano. Como mínimo, dan dos argumentos clave para afirmar esto:

 Ningún gobernador van a ceder si no reciben algo a cambio.El Gobierno nacional tiene serios problemas de equilibrio fiscal y no hay margen para seguir transfiriendo fondos a ninguna provincia, ni siquiera a un distrito clave para el futuro de Cambiemos como lo es Buenos Aires.

La Nación da cuenta hoy que durante la semana, en el Congreso, el diputado Diego Bossio (Bloque Justicialista) preguntó si el artículo 68 de proyecto de cálculos y recursos que faculta a la secretaría de Hacienda a "dictar normas complementarias y/o aclaratorias" para cumplir con el Fondo del Conurbano, abría una ventana para actualizarlo por inflación. Pero la respuesta del secretario Rodrigo Pena fue negativa y determinante.

Tampoco aparece viable que los 19.000 millones sean introducidos en el presupuesto. Si eso ocurre, Macri debería sumar otros 30.000 millones para el resto de los gobernadores. Por ahora, la única luz que asoma es la de una trasferencia discrecional, el esquema que durante años implementó el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires y que puso a Daniel Scioli entre las cuerdas cada vez que amagaba con distanciarse de Néstor y Cristina. Por caso, a mediados de 2012, tuvo que desdoblar el pago del aguinaldo.

Pero quien aparece como un actor clave desde afuera en estas tensiones intra Cambiemos es Sergio Massa. El líder del Frente Renovador -que mantiene un diálogo fluido con Vidal- sigue de cerca las negociaciones y busca traccionar para que la provincia no reciba el impacto del ajuste.

Pero Massa también conversa con los intendentes del Partido Justicialista bonaerense a quienes le asegura que buena parte de esos 19.000 millones irán a los municipios.

Y en paralelo también negocia con otros gobernadores más recursos para las provincias porque sabe que sin el apoyo de ellos, no habrá chances de un acuerdo que favorezca a Vidal.

Vidal da garantías a los intendentes

El traspaso del subsidio al transporte por parte del Gobierno nacional a las provincias y municipios en 2019, despertó inquietud entre intendentes, preocupados por la posibilidad de tener que hacerse cargo de ese diferenciado para impedir que se disparen las tarifas.

Por eso, Vidal le confirmó al intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay (Cambiemos), que absorberá ese millonario costo. "Es algo importante, porque si no se hace cargo la Provincia, nosotros no podríamos afrontarlo y repercutiría en un fuerte aumento de las tarifas", había dicho el jefe comunal. En esa ciudad del sudoeste bonaerense el tema había despertado preocupación toda vez que tiene el boleto más caro del país, con un pasaje convencional de $ 18,55.