Gobierno

Pancho Cabrera prepara su desembarco en Banco Nación

El ex ministro aún tiene influencia en Producción. Quintana y Lopetegui desconfían de la movida.

Francisco "Pancho" Cabrera, actual presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), sigue en un proceso de reconversión en el gabinete de Mauricio Macri y ahora intentará desembarcar en el Banco Nación, supo LPO a través de fuentes al tanto de la jugada.

Su salida del ministerio de Producción no implicó un alejamiento real. A diferencia de Juan José Aranguren, que pone en duda los pronósticos optimistas de su sucesor en Energía, Cabrera conserva una fuerte injerencia en la cartera porque su sucesor, Dante Sica, debió conservar toda la estructura que había armado. 

Antes de asumir en el cargo, Sica era un consultor externo de Cabrera. Por eso, una vez adentro, mantuvo como jefe de Gabinete a Ignacio Pérez Riba, su operador y hombre clave para manejar el ministerio. 

Cabrera tampoco dejó de tener incidencia en la Rosada. Amigo de Macri, hace pocos días el Presidente lo designó como asesor, un cargo con rango de secretario y en carácter "ad honorem", según informó en el Boletín Oficial.

Sica, muy molesto por el recorte de los reintegros a la exportación

El plan de Cabrera de saltar al Banco Nación ya genera recelo en los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, que miran con desconfianza la movida. "No tiene ni un cuarto de la capacidad de trabajo de Sica", analizó una fuente de la Rosada, a la vez que definen al nuevo ministro como un "incansable".

La interna entre Cabrera y los segundos de Marcos Peña viene desde que era ministro. Incluso la cartera de Producción debió cambiar de "supervisor" -primero la tuvo Quintana, luego Lopetegui- porque era común escuchar críticas a su gestión: "No arranca", era el comentario en los pasillos de la Rosada.  

Como contó este medio, Sica conserva la estructura de Cabrera pero igual está molesto con algunas decisiones del Gobierno como el recorte de los reintegros a la exportación. El funcionario le había prometido a la cúpula de la UIA que esa medida no se implementaría, pero la Rosada desautorizó su palabra y por eso llegó a preguntarse para qué habría sido nombrado en el cargo.