Brasil

Ante los rumores de un fallo a favor de Lula, el Ejército advirtió a la Corte que debe encarcelarlo

El jefe del Ejército lanzó una inédita presión pública, a la que se sumaron generales. Silencio de Temer.

A horas de que se conozca el fallo sobre Lula da Silva y en medio de una tensión extrema en Brasil,el jefe del Ejército, general Eduardo Villas Boas, lanzó una grave advertencia contra la Corte para encarcele al ex presidente, en momentos en que se especula con una decisión favorable al líder del PT.

Con dos mensajes en Twitter, Villas Boas lanzó una presión públicainédita en democracia, que fue leída por los seguidores de Lula como una advertencia implícita de un golpe de Estado o una intervención del Supremo Tribunal Federal, que este miércoles dará a conocer su decisión sobre la libertad del ex mandatario.

"En esta situación que vive Brasil, hay que preguntarles a las instituciones y al pueblo quien realmente piensa en el bien del país y de las generaciones futuras y quien, apenas, en sus intereses personales", escribió Villas Boas. "Aseguro que el Ejército brasileño juzga compartir el anhelo de todos los ciudadanos de bien de repudio a la impunidad y de respeto a la Constitución, del mismo modo que se mantiene atento a sus misiones institucionales", agregó.

Enseguida, al menos tres militares de alto rango se sumaron a la presión contra el STF. "Tengo la espada al lado, la silla equipada, el caballo listo y aguardo sus órdenes!!", respondió, también por Twitter, el general Paulo Chagas. Ayer, el general retirado Luiz Gonzaga Schroeder Lessa directamente planteó la posibilidad de interrumpir el orden democrático si Lula es liberado y luego gana las elecciones, un escenario probable ya que es el favorito.

El portal O Antagonista(muy crítico del ex presidente) informó que además de la advertencia escrita, Villas Boas organizó para esta tarde (cuando ya se conozca o esté muy cerca de conocerse el fallo del STF) una reunión con los altos mandos del Ejército para discutir la "coyuntura política".

La fuerte advertencia de los militares no generó ninguna reacción del presidente Michel Temer, que por ahora prefirió no hacer comentarios sobre la amenaza. Sí lo hizo su ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann, quien aseguró que Villas Boas está "aferrado a la legalidad". "El hizo un llamado al sentido común, a la serenidad, al respeto a las instituciones", lo justificó.  

Lula en un acto a su favor, el lunes por la noche

Las palabras de Villas Boas parecen ser una respuesta a los rumores de un posible fallo favorable a Lula. Así se desprende de diversas informaciones difundidas por los medios brasileños. El diario Estadao habla de la prisión domiciliaria como una alternativa, mientras que O Antagonista directamente da por hecho que será liberado. Folha, en cambio, especula con que en el estado de Paraná se acondiciona la prisión adonde iría Lula.

En los últimos días, en los medios brasileños se empezó a especular con una votación muy cerrada, que podría definirse por un voto. En ese sentido, todas las miradas están puestas en la jueza Rosa Weber, que podría inclinar la balanza. Es que por ahora las posturas estarían empatadas en cinco votos, mientras que la posición de Weber es incierta.

Brasil convulsionado

Las declaraciones de Villas Boas se dieron en medio de manifestaciones a lo largo y ancho del país, a favor y en contra de Lula. Anoche, los seguidores del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro (quien apoyó a Villas Boas) se movilizaron en 22 estados, mientras que los 'petistas' y otros grupos de izquierda hicieron un acto en San Pablo y en otras ciudades.

De todos modos, el foco de la tensión estará este miércoles en Brasilia, que amaneció blindada por unos 4 mil efectivos policiales y grandes restricciones para circular en la zona donde se ubican el Palacio presidencial, la sede del STF, el Congreso y todos los ministerios.

Las fuerzas de seguridad tienen previsto realizar un enorme vallado para mantener divididos a los grupos de uno y otro bando. Sea cual sea la decisión del STF, se esperan posibles situaciones de tensión y hasta incidentes. Las convocatorias para esperar el fallo se repiten en otras ciudades grandes.

La jueza Rosa Weber

El STF debe definir sobre el hábeas corpus que presentó Lula para evitar ser detenido y poder apelar su condena en libertad. Esa condena a 12 años de prisión fue ratificada en segunda instancia, pero los abogados del ex presidente sostienen que todavía pueden apelar en tribunales superiores y, por tanto, la pena todavía no puede ser ejecutada.

 La Constitución de 1988 indica que deben cumplirse todas las instancias para que un condenado pierda la libertad, pero en 2016 el STF empujada por el fervor del Lava Jato fue contra esa disposición y autorizó el encarcelamiento con fallos confirmados en segunda instancia. Los militares, el juez Sergio Moro y los seguidores de los partidos derechistas presionan a la Corte para que respete esa jurisprudencia.

El problema que observan desde estos sectores es que, más allá del caso de Lula, si el STF impide la prisión de los condenados en segunda instancia estaría derrumbando la estructura jurídica que posibilitó el Lava Jato. Es que Moro y otros jueces utilizaron la prisión para lograr las confesiones de los empresarios involucrados, a cambio de beneficios como la libertad condicional.

Si Lula logra mantener la libertad sus posibilidades de ser candidato a presidente siguen siendo complicadas por la ley de "ficha limpia", que impide presentarse a elecciones a los condenados. En Brasil creen que esta puede ser una solución intermedia.