Peronismo

No le pidan tanto a Perón

Sin líder indiscutido, el peronismo sigue en la búsqueda de un candidato presidencial para el 2019.

Sin líder indiscutido, y fragmentado en mil partes, el Peronismo sigue en la búsqueda de un candidato presidencial para el 2019. Separado por los nombres y unido por ideas comunes que expresan rechazo a políticas del gobierno de Mauricio Macri, la posibilidad de una gran interna opositora empieza a ser discutida en las mesas de una dirigencia que vive reinterpretando y sacando de contexto la frase de su líder: "cada peronista lleva la batuta de mariscal en su mochila".

Luego de la derrota frente a Fernando de la Rúa en 1999, el Partido Justicialista entró en una profunda crisis por falta de liderazgo. Dominado por Carlos Menem hasta la derrota electoral de 1997 ante la Alianza, y sin la posibilidad de reelección, finalizaba después de 8 años el dominio indiscutido del PJ por parte del segundo riojano más famoso de Argentina.

Recién en el año 2005, el Peronismo vuelve a tener un líder indiscutido cuando Cristina Kirchner vence en la provincia de Buenos Aires a Hilda González de Duhalde. Liderazgo compartido entre Néstor y Cristina, que dura también 8 años hasta la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires en manos de una escisión del peronismo encabezada por Sergio Massa y Darío Giustozzi.

Cómo pedirle al Peronismo que se reconstruya en el llano actual cuando Eduardo Duhalde nunca pudo dominarlo siendo presidente de la Nación y teniendo de aliado al gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá. Si bien Duhalde manejaba los hilos en su provincia, nunca llegó a ser líder del partido a nivel nacional. Consciente de esta situación, esconde el sello partidario en el año 2003, provocando en los hechos una interna abierta en las elecciones generales con tres candidatos: Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá y Néstor Kirchner.

Hoy, la oposición al gobierno de Mauricio Macri ha demostrado que coincide en peleas puntuales, como cuando se ven perjudicados los sectores populares o, por ejemplo, se buscó aplicar el "2x1" a los genocidas de la última dictadura militar. Unidad en la acción para doblegar iniciativas del Poder Ejecutivo. No hay conducción estratégica, pero sí movimientos tácticos de las partes que configuran el racimo del peronismo y satélites.

Los miles de peronismos deambulan entre la negociación corta con el Ejecutivo Nacional para conseguir recursos de los municipios y gobernaciones, y las posturas más duras de quienes pueden decir lo que piensan porque no tienen que pagar sueldos a fin de mes. Una gran interna puede unir a todos los sectores para intentar llegar a una segunda vuelta electoral en las presidenciales de 2019 y garantizarle a los intendentes y gobernadores una cabeza de lista que traccione votos, o por lo menos no los reste.

En 18 meses cierran las listas, esa unidad en la acción es la única herramienta que puede construir una gran interna entre los distintos sectores y lograr así que el Peronismo deje de disputarse quién tiene razón en las peleas del pasado reciente y empiece a discutir quién tendrá el poder en el futuro próximo en la Argentina.