Batalla del Congreso

En el gobierno hubo visiones encontradas sobre el operativo de Larreta

Algunos funcionarios lo calificaron de "inteligente", pero otros lamentaron la pasividad de la policía. Las tensiones con Patricia.

El gobierno porteño buscó al límite evitar las escenas del pasado jueves donde se vio un operativo de represión de las fuerzas federales acaso desbordado, que terminó con detenidos al boleo y periodistas heridos. El esfuerzo de Horacio Rodríguez Larreta no pasó desapercibido en Casa Rosada, en donde hubo visiones encontradas.

Un sector admitió que la estrategia del alcalde porteño "fue más inteligente" que la empleada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Como anticipó LPO, la orden de Larreta a la Policía de la Ciudad que esta vez tuvo a su cargo todo el operativo fue clara: "La fuerza es el último recurso, aguantar todo lo que se pueda". Al punto que por momentos la imagen de los policías aguantando sin reaccionar y formados en línea una lluvia de cascotazos durante horas, se volvía exasperante. No fue casual.

"Quedó claro que el gobierno no busca la represión y que en la Ciudad se respeta el derecho a la protesta", fue la conclusión satisfecha de los funcionarios de Larreta, que destacaron el comportamiento "estoico" de la Policía porteña, que al cierre de esta crónica tenía 15 efectivos internados y más de 50 heridos que atender.

El giro fue muy evidente. En la Casa Rosada se decidió desprenderse de la organización del operativo de seguridad, luego de la mala experiencia del jueves pasado cuando quedaron muy expuestos por las detalladas críticas realizadas por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), volcadas en un informe sobre las irregularidades sucedidas en el operativo a cargo de Bullrich.

La ministra no tuvo una buena semana. La desmesura comenzó con el diseño de la seguridad para la cumbre de la OMC que arrancó con deportaciones de líderes de ONG y periodistas, siguió con el bloqueo total del barrio de Puerto Madero y el Bajo y terminó con la cacería indiscriminada de la fallida sesión del jueves, que incluyó ataques a golpes y con gas pimienta a periodistas, transeúntes y diputados

Sin embargo ante la extensión de los incidentes que llegaron a destruir la recién renovada Plaza de los Dos Congresos, en la Casa Rosada otros funcionarios se burlaron de la pasividad inicial de la Policía de la Ciudad: "Sólo faltaba que les sirvieran un café".

Este lunes la orden desde la Jefatura de Gobierno de Parque Patricios fue "aguantar" las agresiones hasta que la violencia se fuera de cauce. Algo que ocurrió cuando el oficialismo consiguió el quórum para sesionar. "En un momento rodearon un grupo de policías y atacaron a dos rezagados que casi nos los secuestran, tuvimos que avanzar", explicaron desde el gobierno porteño a LPO.

La acumulación de heridos entre los policías, fue otra de razones para que la policía decidiera avanzar empujada por los carros hidrantes y la utilización de gases lacrimógenos.

Patricia Bullrich concentró un destacamento de gendarmes en Corrientes y Montevideo y recibió un llamado fulminante del gobierno porteño pidiéndole que los retire.

"Buscamos que la gente no saliera herida y que la sesión se llevara a cabo. No estamos compitiendo con Bullrich, el jueves estuvo el comando unificado con las fuerzas federales y fue ella quien quedó a cargo", explicaron desde Parque Patricios.

En Corrientes y Montevideo se vieron varias filas de gendarmes que en ningún momento habían sido convocados por el Ministerio de Seguridad porteño que dirige Martín Ocampo. Bullrich explicó que los había "aprestado" en caso de que hicieran falta, pero fue desautorizada: Desde la Ciudad le pidieron que los retirara de inmediato.

En el Congreso hubo todo tipo de escenas. Desde motocicletas de la policía resbalando con los cascotes y patinando hasta manifestantes avanzando contra la policía con tablones como escudo. La situación terminó de desmadrarse cuando armados de masas, algunos manifestantes directamente destruyeron las fuentes recién restauradas para tener piedras con que atacar a los policía. Se usaron gomeras y hasta lanzaderas para tirar bengalas. También bombas Molotov y bulones.

Si bien Larreta había dado la orden de restringir al máximo el uso de la fuerza, luego de un recurso de amparo presentado por el kirchnerismo, la jueza Patricia López Vergara dispuso que los agentes no pudieran utilizar armas de fuego y pidió que las balas de goma y gases lacrimógenos sólo se utilicen "como último recurso y a una distancia que minimice las consecuencias para los manifestantes".

De igual manera la López Vergara ordenó que todos los agentes estuvieran identificados y esa medida se cumplió, aunque parcialmente. Sobre todo a la hora de las detenciones.

"En la recorrida que hice con Marcelo D'Alessandro no vi a ningún policía con armas, solamente con palos y bastones", comentó Amor quien llegó a la zona del Congreso junto a 250 integrantes de la Defensoría. 

"Nos pareció un cambio sustancial que desde el gobierno hablaran con todas las fuerzas políticas", agregó el ex legislador, reconociendo la tarea que realizó el jefe de la policía porteña que viernes y sábado se reunió con líderes de la oposición como Hugo Yaski, Victoria Donda y Daniel Menéndez.

Cuando la situación se desmadró en el Congreso la Policía de la Ciudad empezó a presionar los manifestantes que se corrieron hacia la avenida 9 de Julio donde quedaron poco más de cien de los más activos, hasta que fueron dispersados.