Peronismo

Los intendentes ya descuentan la derrota y empiezan a pujar por la conducción del PJ Bonaerense

En dos meses vence el mandato de Espinoza, pero quieren postergar la elección hasta marzo. Los candidatos.

En medio de un clima derrotista de cara a la elección de octubre, en el PJ Bonaerense ya piensan en el 15 de diciembre, día en que vence el mandato de Fernando Espinoza al frente del partido, y ya arrancó una pelea silenciosa por la sucesión.

Mientras hablan de postcristinismo, algunos intendentes se postulan en off para ese cargo. Otros señalan a sus candidatos y hablan del "fin de ciclo" del matancero, que buscará retener la conducción del partido.

En el PJ no le perdonan a Espinoza la decisión de haber ido por afuera del partido cuando se armó Unidad Ciudadana y regalárselo a Florencio Randazzo. La crítica va más allá del sello: en rigor, le reprochan haber jugado con Cristina Kirchner y La Cámpora, perjudicando a los intendentes peronistas.

En medio de la ola de renovación que amenaza la continuidad de Espinoza, en el PJ algunos creen que apostará a poner a Verónica Magario como candidata en el partido. El matancero aún no dio indicios sobre cuál será su jugada, pero todos asumen que buscará retener la conducción.

Hay al menos dos sectores que le disputarán la continuidad, según el escenario que describieron distintas fuentes del PJ a LPO. Por un lado, en el marco del esquema de los intendentes de la Primera Sección, Gustavo Menéndez ya se autoproclama como el candidato. En ese mismo espacio busca asomar -con chances que describen como nulas- el camporista Walter Festa, quien ya admitiría en off que aspira al cargo.

Por otro lado, Martín Insaurralde también quiere inclinar el amperímetro hacia él. Aseguran que el lomense no piensa en ser candidato, pero tampoco está dispuesto a ceder el espacio a Espinoza o Menéndez. Por eso, daría el visto bueno a uno de sus pares del interior. Se habla del intendente de La Costa, Juan Pablo de Jesús.

Gustavo Menéndez es uno de los nombres que suenan como candidatos

"No hay muchos más candidatos de volumen", reconocieron. Mientras Eduardo Duhalde ya advirtió que quiere volver a la conducción, otros dirigentes como Carlos Castagnetto se autopostulan, sin claros apoyos adentro del partido.

En paralelo, hacia adentro ya arrancó otro debate y toma fuerza la idea de postergar la elección hasta marzo de 2018. Pero las definiciones deben apurarse: la convocatoria a elecciones debe hacerse unos 60 días antes de la fecha de votación. En el PJ bonaerense ya debe fijarse el cronograma para elegir autoridades.

Fuentes del PJ Bonaerense confirmaron a LPO que creen que "someterse a una nueva elección" en diciembre será complicado. "Recién estará terminando el escrutinio definitivo, no dan los tiempos para ir tan rápido a una nueva elección", dijeron para justificar la idea de posponer los comicios, que por ahora genera aceptación en la mayoría de los sectores.

El problema es que para lograrlo deberían tener el aval de la Justicia. Es que, si los mandatos quedan vencidos y el procedimiento de atrasar la elección no es convalidado, podrían disponer la acefalía del partido.

En el PJ reconocen que "no es tan fácil" posponer la elección, sobre todo no estando en el poder. Sin embargo, son optimistas en que la Justicia les avalará la jugada. En diálogo con este medio, repiten que "los plazos tienen que ser razonables". Por eso, creen que el argumento es válido y que si se posterga hasta marzo la Justicia no buscará dictar la caducidad del partido. "La explicación será que estamos saliendo de un proceso electoral complicado, extenso, y pediremos postergarla solamente dos meses".

La cúpula partidaria estaría a favor de aplazarla, aunque a LPO también deslizaron una hipótesis de que Espinoza finalmente avalar que se haga en diciembre en busca de dar un "arrebato", ante la amenaza de perder la conducción.