España

Puigdemont suspendió la declaración de independencia y pidió "desescalar" el conflicto

Dijo que Cataluña "se ganó el derecho" de ser independiente, pero pidió abrir una negociación con España.

El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, reivindicó la declaración de independencia, pero le pidió al Parlamento regional que suspenda el proceso para abrir una negociación con España y "llegar a una solución acordada".

La comparecencia de Puigdemont ante el Parlamento estuvo marcada por las presiones cruzadas y la extrema tensión en España y Europa, que obligó al bloque continental a realizar en la previa una fuerte advertencia para que los independentistas frenen el proceso, después de semanas de esquivar un posicionamiento formal.

Las presiones y la tensión quedaron expuestas también en el hecho de que Puigdemont debió demorar una hora su discurso debido a diferencias con sus socios de la CUP de Barcelona, que exigían la declaración total de la independencia algo que finalmente no sucedió.

La demora también tuvo que ver con que el líder catalán recibió varios llamados de líderes internacionales que le exigieron que suspenda el proceso independentista. Puigdemont apostaba a conseguir un mediador extranjero, algo que había pedido el día después del referéndum.

Esa indefinición se plasmó en el discurso del presidente catalán, que afirmó que la región "se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente" y aseguró que defiende "ese mandato del pueblo", pero le pidió al Parlamento que "suspenda la declaración de independencia, para emprender un diálogo para llegar a una solución acordada".

Puigdemont dijo que con la suspensión pretende "rebajar la tensión" y "desescalar" el conflicto, que "se puede resolver de manera acordada". "Hay muchas propuestas serias de mediación, algunas de las cuales eran difíciles de imaginar hace poco tiempo", indicó.

"Con toda solemnidad proponemos que el parlamento suspenda la declaración de independencia para emprender un diálogo para llegar a una solución acordada", propuso Puigdemont, en una alternativa que dejó un sinsabor a los independentistas y provocó cuestionamientos también de quienes están en contra como Ciudadanos y el Partido Socialista.

Reacciones

La primera reacción al discurso de Puigdemont fue de la diputada Inés Arrimadas, de Ciudadanos, que tomó la palabra inmediatamente después del presidente y lo acusó de dar "un golpe a la democracia" y de "pulverizar" la autonomía de Cataluña "con su irresponsabilidad". "Nadie en Europa apoya lo que usted acaba de hacer, señor Puigdemont", lo desafió.

Enseguida, el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, explicó a Puigdemont que "no se puede suspender una declaración de independencia que no se ha hecho", ya que la ley del referéndum establecía que ante el triunfo del "sí" debía avanzarse con el proceso de separación.

Iceta estaba en contra de esa ley y recordó que "las instituciones catalanas se situaron fuera de ley los días 6 y 7 de septiembre", cuando se aprobó.  "Le tengo que decir que el 1 de octubre no se celebró ningún referéndum vinculante y con garantías como usted dijo", le dijo al presidente, al que luego propuso reemplazar. "La salida (al conflicto) me temo que es unas elecciones al parlamento catalán en las que todos puedan votar con igualdad, con garantías y la posibilidad de optar por proyectos políticos diferentes", completó.

Por su parte, los independentistas de la CUP expresaron su disgusto. "Hoy tocaba declarar la República independiente catalana, creemos que la única vía de negociación posible con el Gobierno español es la República catalana", dijo la diputada Anna Gabriel.

En tanto, a la espera de que mañana Mariano Rajoy hable ante los diputados españoles, extraoficialmente desde el gobierno central de España rechazaron el llamado al diálogo. "El Gobierno no va a ceder a ningún chantaje, no lo va a permitir", dijeron voceros a ABC.

Al finalizar el plenario del Parlament catalán, Puigdemont firmó una declaración de independencia que dejó en suspenso. En una sala apartada, miembros del Gobierno autonómico, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y diputados de las fuerzas independentistas firmaron un documento en el que se asegura: "Constituimos la república catalana como Estado independiente, soberano, de derecho, democrático y social".