El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hizo un fuerte reclamo al líder catalán Carles Puigdemont para que frene la declaración de la independencia, prevista para esta tarde, en el primer llamado público de la Unión Europea para detener el proceso.

"Hago un llamamiento a Puigdemont para que no anuncie una decisión que haga imposible el diálogo", escribió Tusk en su cuenta de Twitter, en medio de una jornada de extrema tensión en España y Europa a la espera de la sesión del parlamento catalán en donde se podría declarar la independencia.

El pedido de Tusk es un alivio para el Gobierno central de España, que a pesar de que insistía en que contaba con un apoyo total de la Unión Europea, recién ahora logra un posicionamiento público claro y contundente.

Esta mañana, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, se reunión con sus pares europeos en Bruselas y aseguró que estos le reiteraron el respaldo. "Esta no es una cuestión de independencia si o independencia no, es una rebelión contra el Estado de derecho, y esa es la base de la convivencia no solo de la convivencia en España sino también en Europa", remarcó.

En España se da por hecho que un Cataluña independiente no podrá ser parte de la Unión Europea por las normas propias del bloque, pero aún así esperaba el respaldo político público por parte de las máximas autoridades, las cuales incluso fueron blanco de fuertes críticas por su actitud esquiva ante el conflicto.

El mensaje de Tusk es idéntico al del Gobierno de Mariano Rajoy. "Es el momento de reflexionar. Quiero pedirle al señor Puigdemont que no haga nada irreversible, que no emprenda ningún camino que no tenga vuelta, que no lleve a cabo ninguna declaración unilateral de independencia, que vuelva a la legalidad, que vuelva al diálogo en el Parlamento de Cataluña", dijo hoy el vocero gubernamental Íñigo Méndez de Vigo.

Puigdemont hablará ante el parlamento catalán a las 18 hora local (13 hora argentina) y se prevé que haga oficiales los resultados del referéndum del 1 de octubre pasado, lo que daría lugar a la declaración independentista.

El gabinete catalán se reunió horas antes de la sesión y, a su término, el consejero de Presidencia, Jordi Turull, aseguró que el gobierno regional está "absolutamente cohesionado" en torno a la declaración que hará Puigdemont pero evitó dar pistas sobre su discurso.

Oriol Junqueras y Carles Puigdemont en el Parlament catalán.

Se especula con la posibilidad de que el presidente catalán pida una declaración de independencia en "diferido", es decir, que quedaría automáticamente suspendida con el objetivo de abrir un espacio diálogo o mediación, para evitar las represalias del Gobierno de Rajoy y también de Europa. Es que Cataluña ya está empezando a sufrir las consecuencias económicas del proceso y la salida de empresas importantes.

Entre las represalias posibles de Rajoy está la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que le permite al Gobierno central suspender la autonomía de Cataluña y llamar a nuevas elecciones, lo que implica obviamente la disolución de la autoridad de Puigdemont.

Parte de la oposición y del Partido Popular le reclama desde hace días a Rajoy que aplique ese artículo, pero el Presidente duda por temor a las consecuencias sociales que podría generar y a una escalada de violencia en la región, lo que no haría otra cosa que agrandar las diferencias con Madrid.

Como sea, para mañana está previsto que Rajoy hable en el Congreso de los Diputados en Madrid para referirse a la crisis institucional con Cataluña, ya con las cartas catalanas sobre la mesa.