Río Negro

Weretilneck rechaza la central nuclear que acordó Macri con China

Mandó una ley para prohibir la central nuclear, que hasta hace poco impulsaba. Furia en Cambiemos.

Golpeado por una flojísima performance de sus candidatos en las primarias, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, confirmó que avanzará con una ley para prohibir la instalación en su provincia de una central nuclear, y complicó de esa forma el acuerdo de Mauricio Macri y empresarios chinos, que contempla una inversión de unos 8 mil millones de dólares.

Weretilneck había sido el más entusiasta impulsor de la instalación de la quinta central nuclear en su provincia, esperanzado en lograr una reactivación a la golpeada economía. Incluso, el rionegrino en mayo acompañó a Macri a China desde donde anunció la ubicación de la planta, que en principio no se había informado al darse a conocer el acuerdo entre Nucleoeléctrica Argentina (NASA), China National Nuclear Corporation y China Zhongyuan Engineering Corporation.

En principio, se especuló con que la planta se construiría cerca de Viedma, lo que generó un rápido rechazo. Pero la versión más fuerte indicaba que la planta (que según el acuerdo comenzaría a construirse en 2020) se ubicaría en la zona de Sierra Grande, en la costa a unos 300 kilómetros de la capital provincial, y que cumplía con el requisito técnico de la proximidad a una fuente de agua fría para refrigerar el reactor (expertos chinos estuvieron en el lugar semanas atrás). Pero el rechazo social creció y la movida ambientalista continuó creciendo en toda la provincia.

Ese rechazo social le dio un cachetazo a Weretilneck en las elecciones del 13 de agosto. Sus candidatos terminaron terceros (cuartos en Viedma), con apenas el 18% de los votos, a más de 22 puntos del FPV y sin chances de entrar al Congreso. Al día siguiente, el gobernador tuvo un arrebato de ambientalismo y empezó a poner en duda la instalación de la central, en medio de una rebelión incluso dentro de su espacio. Atrás quedó su entusiasmo por la inversión de 8 mil millones de dólares (que definió como la más grande de la historia de su provincia) y los 4 mil empleos que se generarían durante los 5 años de construcción.

Finalmente, el fin de semana Weretilneck le anunció al Gobierno nacional su decisión "indeclinable" de no autorizar la planta, argumentando que el rechazo popular fue masivo. Para completar la jugada, envió a la Legislatura un proyecto para para prohibir la instalación de la central nuclear, el cual sería aprobado el viernes con apoyo del FPV. 

La movida generó furia de Cambiemos. El diputado nacional Sergi Wisky dijo que el rechazo a la planta "es un grave error" que "va a tener consecuencias" en la relación con el gobierno nacional. "Lo que se rompe institucionalmente son los lazos de confianza con la sociedad y con el gobierno nacional, porque este proyecto es internacional", indicó.

Se trata de una complicación para Macri que ya aprendió con el caso de las represas que el Gobierno chino avanza con todos los planes o no pone un dólar más si le traban alguno. La construcción de la planta en Río Negro era parte de un plan que incluye la realización de Atucha III (en Lima cerca de Atucha II) por un monto total de 14.000 millones de dólares, de los cuales un 85 por ciento es financiado por Beijing.

Macri con  Wang Shoujun

El inicio de la construcción está previsto para enero de 2018, según informó el Gobierno en mayo tras la reunión de Macri con el titular de CNNC, Wang Shoujun. Allí también se acordó que dos años después se comenzaría a construir la quinta planta. 

Pero el rechazo de Weretilneck pone en duda esos planes ya que la posibilidad de encontrarle una nueva ubicación también choca con el rechazo de la provincia de Chubut, que cumpliría con los requisitos de proximidad a una fuente de agua fría. Mario Das Neves ya avisó que no aceptará.